Seguro que has visto a tu abuela cocinar sin medir cantidades y sin estar muy segura de por qué echa un puñado, dos o tres a la cazuela. Bajo la premisa de «Esto lo mido yo a ojo» creaba y reproducía recetas de 10 sin saber exactamente cuántos gramos de cada ingrediente había puesto. No tenía (ni se planteaba) pesar los ingredientes con una báscula. Y con un pequeño vaso chato se bastaba y sobraba para medir harinas, aceites o cualquier otra cosa.
Pues bien, reconoceremos que el bello arte de pesar los alimentos a ojo y de formas más rudimentarias no debería olvidarse. Y es que, saber cuánto estamos comiendo exactamente es más importante de lo que crees. No hace falta que vayamos con la báscula de aquí para allá todo el día, sin embargo, (y para no convertirnos en esclavos de ese pequeño artefacto que a veces, no nos da los números que desearíamos) hay diferentes técnicas para medir la comida que no incluyen un peso y te dan una idea de las calorías que ingieres. Y te decimos cuáles son.
Gracias abuelas, por tanto.
¿Cómo hacerlo?
Lo cierto es que saber cuánto pesan o el tamaño de los alimentos que ingieres no solo es necesario a la hora de adelgazar, sino también a la hora de mantener una alimentación equilibrada y llevar el recuento calórico en el día a día. Teniendo en cuenta que deberías de ingerir una media de 1500-2000 calorías al día, saber (más o menos) cuánto comes es más que necesario.
¿Cómo hacerlo si no dispones de báscula? Es muy sencillo, toma como ejemplo la medida de tu puño.
De legumbres, frutos secos, pasta y arroz es suficiente con un puñado, no más. Con la fruta pasa algo diferente, y es que, la que vieneen piezas ya se consideraría una única porción. Es decir, una manzana o un plátano se incluiría dentro dentro del término ‘una pieza de fruta’, mientras que si hablamos de mandarinas deberían ser dos, de cerezas un puñado y de melón o sandía, una rodaja.
Para la proteína, la medida es todo aquello que entre en la palma de tu mano, teniendo en cuenta que es únicamente recomendable consumir carne roja una vez a la semana y pescado, tres veces por semana. Mientras, para los lácteos, la recomendación sería un yogur y un vaso de leche, medidos de esta forma. ¿El queso? La medida está en lo que entre en el dedo índice estirado.
De esta forma comenzaremos a contar la comida en porciones y se podrá hacer un cómputo calórico de lo que ingieres en el día a día.
Fuente: Leer Artículo Completo