El corazón de Camilo Sesto, de 72 años, dejaba de latir este domingo 8 de septiembre de madrugada, después de haber ingresado este sábado en el Hospital Quirón de Pozuelo. El cantante arrastraba desde hace años graves problemas renales que le han llevado a perder la vida. Amigos y seguidores del cantante Camilo Sesto dan su último adiós al artista en la capilla ardiente instalada en la Sociedad General de Autores (SGAE), de Madrid, por donde han pasado rostros tan conocidos como Marta Sánchez, Karina, Ángela Carrasco y María Teresa Campos, entre otros. También se ha reunido allí su familia y amigos, entre los que se encontraba su hijo, Camilo Blanes, que ha llegado este lunes desde México para despedir a su padre.

A la salida de la capilla ardiente, Camilín, como le conocen sus seres queridos, ha hablado con Lydia Lozano. El joven se ha mostrado muy nervioso y desubicado. «Todavía no ha asumido la noticia», ha dicho entre tartamudeos.

Reconoce que sabe que estaba enfermo pero «no pensé que iba a ser tan pronto». Ante las preguntas de Lozano, Camilo no sabía ni qué responder, mientras iba recibiendo muestras de cariño por los fans de su padre.

Ha hablado del reencuentro con su familia, que ha ido bien, dice haberse sentido «arropado y muy querido». Además, ha querido dedicar unas últimas palabras para su padre, de quien «todo ha sido bueno para mí», y ha confesado: «Lo admiro y lo admiraré por siempre».

Camilo, que tiene 36 años, reside actualmente en México donde se está abriendo paso en el mundo de la música tal por lo que no ha podido llegar antes a la capital tras enterarse de la fatal noticia del fallecimiento de su padre.

Ha sido a primera hora del lunes 9 de septiembre cuando su vuelo aterrizaba en el aeropuerto madrileño de Barajas Adolfo Suárez y desde allí es posible que se dirija directamente a la sede de la Sociedad General de Autores donde se ha instalado la capilla ardiente de su padre.

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