Por qué se vuelve a hablar del espectacular edificio donde se casaron Ricardo Bofill y Chábeli Iglesias

¿Por dónde camina la madame robótica Maeve Millay (Thandie Newton) en este fotograma de la serie Westworld? Pues nada más y nada menos que por el interior de La Fábrica, el estudio de arquitectura de Ricardo Bofill en Sant Just Desvern (en las afueras de Barcelona), que ha pasado a la historia social de este país por haber sido el escenario de la boda entre su hijo, Ricardo Bofill jr. con Chábeli Iglesias en aquel ya lejano 11 de septiembre de 1993. Ahora la vemos en la pantalla del televisor como uno de los escenarios futuristas por los que transcurre la acción en la tercera temporada de la famosa serie de ciencia ficción de la HBO, estrenada el 15 de marzo en España, remake de la película homónima de 1973 de Michael Crichton (Parque Jurásico), que transcurre en un parque temático inspirado en el viejo oeste americano y poblado por androides diseñados para satisfacer los deseos de los visitantes.

View this post on Instagram

What do you want from me, then?

A post shared by Westworld (@westworldhbo) on

A post shared by Westworld (@westworldhbo) on

El edificio que protagoniza una de las escenas de su última temporada se trata de una antigua fábrica de cemento de la que el arquitecto se enamoró en los años setenta mientras buscaba una nueva sede en Barcelona para vivir y también establecerse con su equipo. Cuando la compró, todavía estaba en funcionamiento, echaba humo y el polvo se amontonaba por todas partes. Era considerado un lugar horroroso, pero él la rehabilitó por completo y se divirtió con el desafío. ¿Para qué derribar algo que puedes reconvertir en otra cosa, contemporánea y bella? Llevado por esta filosofía, vació los silos de cemento, limpió durante dos años todas las zonas, remodeló el enorme espacio para adaptarlo al nuevo uso y plantó abundante vegetación para que se comiese el edificio. La arquitectura industrial, de volúmenes puros y toques surrealistas, bañada en naturaleza.

La fábrica cementera reconvertida en el mundo personal de Bofill (y siempre inacabada) fue escenario de la boda de su hijo con la primogénita de Isabel Preysler y Julio Iglesias. Un enlace que unía a la jet set catalana con la madrileña de una manera tan atípica que hasta fue una discreta panadera (y juez de paz) de Sant Just la encargada de celebrar la ceremonia. Imposible que un párroco los casara en un edificio civil, aunque fuera en una localidad acomodada donde por entonces vivían jugadores del Barça como Lobito Carrasco y Alexanco.



Durante los días previos hubo un gran revuelo en el monumental e irregular edificio colindante, también construido por Bofill en 1973, el Walden 7. Como desde sus 16 plantas se divisaba la carpa instalada en el jardín de La Fábrica, hubo propuestas de alquiler de pisos a curiosos y periodistas. El polémico bloque fue un experimento habitacional construido por módulos con espacios multifuncionales, con pequeñas callesy puentes en su interior, que intentaba recrear todo un barrio vertical y apostar por la vida en colectividad. El dirigente socialista Salvador Clotas y el escritor Juan Goytisolo fueron unos de los primeros en comprar un apartamento.

La Fábrica continúa siendo vivienda y sede del Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill, donde ahora trabaja también el que entonces fue el novio en aquella curiosa boda, Ricardo Bofill Jr. (no hace falta recordar que el matrimonio naufragó en apenas un año). Dejando atrás su mediática vida (fue pareja de Paulina Rubio, dirigió películas, participó de circos televisivos…), desde 2006 está centrado en la arquitectura, especialmente en el área de desarrollo de ciudades inteligentes. Cuando está en Barcelona pasea por las mismas salas austeras pero confortables de ventanales que parecen sacados de un cuadro de De Chirico y donde los vistosos silos de la fábrica de cemento se integran enla decoración con mobiliario gaudiniano que la bella Maeve Millay recorre en el capítulo segundo de Westworld antes de encontrarse con Vincent Cassel, el malvado Serac.




Besalú y Valencia también aparecen

No es la única localización catalana de esta temporada, que transcurre por diferentes mundos fantásticos y ha sido rodada en diferentes lugares del mundo, desde Los Angeles a Singapur, pasando por Monument Valley. También las plazas de Sant Pere y Llibertat de Besalú, localidad de origen medieval próxima a Girona, son escenario de algunas escenas de la segunda guerra mundial en plena ocupación nazi. Los amantes de Juego de Tronos recordarán que Besalú, y su bello puente de piedra,aparecían en la temporada seis de la serie representando al reino de Alto Jardín, casa natal de los Tyrell.

No podía faltar tampoco la Ciudad de las Artes y Ciencias de Valencia, con sus futuristas formas diseñadas por Calatrava, que también han aparecido en Doctor Who, en el film Tomorrowland, y hasta en Di Di Hollywood de Bigas Luna con Elsa Pataky vestida por Paco Rabanne. Por allí aparece la supervisora Charlote Hale (Tessa Thompson) descendiendo de un helicóptero con el Hemisfèric al fondo, y también el villano que interpreta Vincent Cassel.

Fuente: Leer Artículo Completo