Las propiedades de esta fruta tan rica son numerosas y es que ente sus virtudes destacan sus propiedades antiinflamatorias, antibióticas y antioxidantes, al mimso tiempo que ayudan a disminuir los niveles de colesterol. Pero sobre todo, hay varios estudios que certifican que los arándonos son realmente beneficiosos tanto para la vista como para el cerebro, ¿por qué?

Su gran contenido en vitamina A hace de esta fruta una de las más indicadas para la salud visual, entre otros, contribuyen a rebajar la fatiga ocular y prevenir los ojos secos. Esto es posible gracias a uno de sus componentes, las flavonoides antocianinas, unos pigmentos que tienen una función antioxidante que ayudan a reparar las células nerviosas de la retina.

Este mismo pigmento también lo encontramos en otros frutos de color rojo y azulado como las frambuesas, las fresas, las moras… interviene en el metabolismo celular ayudando a luchar contra los radicales libres, causantes del envejecimiento de las células, el cáncer, enfermedades cardiacas y el Alzhéimer.

Glaucoma y catarátas, ¿se pueden prevenir con ayuda de los arándanos?

Los arándanos tienen la capacidad de mantener la estructura del ojo ya que protegen el colágeno, la proteina que crea los tejidos oculares y que cuya flacidez puede acelerar la aparición de glaucoma.

Otro de los problemas de visión que se puede prevenir consumiendo estos frutos es la ceguera, causada principalmente por la degeneración de la retina sobre todo en edades avanzadas. La vitamina E junto con los arándanos son una buena opción para prevenir este deterioro degenerativo.

Los arándanos previenen las dolencias neurodegenerativas y protegen las facultades intelectuales

Parece que la dósis en el consumo es crucial para que estos frutos repercutan de forma positiva en nuestra salud cerebral y mental. La causa de ello son las altas cantidades en flavonoides que (además de sus propiedades para la vista) también ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas, mejorar la memoria y conservar las facultades cognitivas.

En un estudio de la Universidad de Cincinnati realizado hace unos años donde participaron una serie de adultos con un deterioro cognitivo leve, estos consumieron 30 mililitros de zumo de arándanos (unos 230 gramos de fruta) al día, durante 16 semanas. Los resultados fueron un aumento de la actividad cerebral y la memoria, respecto a aquellos que no lo tomaron. Asimismo, también se realizaron una serie de pruebas médicas en las que se detectó un mayor flujo de sangre cerebral.

Otra de las ventajas para nuestro cerebro según otro estudio realizado por el Journal of Agricultural & Food Chemistry, es que los arándanos influyen en la disminución de la inflamación cerebral y mantienen de alguna forma el cerebro saludable.

El aumento de la cantidad de neuronas también es otra de las grandes propiedades que se ha demostrado que nos puede proporcinar comer arándanos y es que otro estudio realizado hace unos años determinó que comer una taza diaria de estos frutos mejora la memoria y la producción de neuronas en el hipocampo. Asimismo, también se vio una mejora de la concentración y un equilibrio de la salud mental y de factores genéticos bioquímicos causantes de la depresión y tendencias suicidas relacionadas con el trastorno de estrés postraumático.

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