Paula Echevarría y su embarazo a los 43 años: qué significa un embarazo tardío y qué consecuencias tiene

Paula Echevarría ha anunciado esta semana que espera su primer hijo junto a Miguel Torres. La pareja compartió el bombazo al unísono el miércoles, cuando a través de una foto de Instagram que no nos esperabámos, daba a conocer la buena nueva. Después de las caras de sorpresa y las felicitaciones, ayer la actriz hizo su primera aparición pública tras conocerse la notica y nos dio pistas sobre cómo será su estilo premamá (hoy, ha hecho su primera declaración). Sin embargo, el embarazo de Paula, además de sorpresa, esconde algo más allá; la actriz espera su segundo hijo con 43 años, un embarazo tardío que puede llevar consigo diferentes dificultades físicas a la hora de enfrentarlo.

Y aunque no es la primera (ni será la última) celebrity en ser madre a los 40 hay ciertos riesgos que se deben tener en cuenta. Hemos hablado con el Profesor Juan José Vidal Peláez, Jefe de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional sobre qué significa realmente estar embarazada a esta edad y qué consecuencias médicas puede tener, «Un embarazo a los 40 años tiene un riesgo aumentado de aborto en el primer trimestre de gestación. Si el riesgo de aborto en cualquier edad, cualquier raza y en cualquier nivel social es del 10%, a los 40 años el riesgo puede llegar hasta el 15%», explica. Esto podría explicar la discreción con la que ha llevado Paula el principio de su embarazo. Y es que, los embarazos tardíos pueden tener, a corto y largo plazo, consecuencias para la madre y el niño, «los embarazos tardíos tienen más riesgo de tener diabetes, hipertensión y partos prematuros o bebés de bajo peso» afirma el profesor.

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Además, la decisión de tener hijos pasados los cuarenta no está exenta de dificultades, «la más común es no conseguir quedarse embarazada y tener que recurrir a tratamientos de Fertilidad y también, exite el riesgo de que el recién nacido tenga alteraciones genéticas», nos cuenta el experto. Aunque desde el punto de vista médico retrasar la maternidad no es recomendable, sí que existen ventajas a la hora de afrontarla como madre. En el libro ‘Emabrazada a los 40’ de las doctoras María de la Calle y Onica Armijo,(Hospital de La Paz, Madrid), se hace referencia a este aspecto. No todo son inconvenientes a la hora de tener un hijo llegada esta edad: «nos encontramos con mujeres más maduras, más responsables y sensatas que van a cuidarse mucho en el embarazo y posteriormente en la crianza de su bebé. La edad suele ir ligada a la madurez y estas gestantes cumplen en la mayoría de los casos con este perfil», explican en Mujeresaseguir.

No obstante, debemos reconocer que un embarazo a una pronta edad tiene menos complicaciones: «la tolerancia al embarazo es mucho mejor a los 25 años que a los 40, teniendo en cuenta que el embarazo supone una sobrecarga hormonal, por la existencia de la placenta; física, por el aumento del volumen del vientre y los cambios en las mamas y en la circulación, y psíquicos por el miedo a que el parto se complique o el niño no nazca completamente normal», apunta el profesor Vidal Peláez. Es más, se deben tener precauciones extra, «hacer una vida tranquila. Evitar el estrés, disminuir la actividad laboral e incluso barajar una baja temprana. Cuidar la dieta de forma más estricta y hacer revisiones mensuales con el ginecólogo, que controlará el peso, la tensión arterial y realizará trimestralmente analíticas de sangre y orina y ecografía de alta resolución para detectar posibles anomalías», recomienda.

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