A medida que las memorias de Stephanie Winston Wolkoff, exasesora de Melania Trump, sobre su relación con la primera dama se acercan a su fecha de publicación (1 de septiembre), los extractos empiezan a filtrarse. En el libro Melania and I, la ex amiga íntima de la esposa del presidente explica cómo se convirtió en el chivo expiatorio de los gastos de la ceremonia de inauguración y fue despedida. (La compañía de Wolkoff, WIS Media Partners, fue contratada para organizar eventos alrededor de la inauguración, finalmente 18 en total, y su contrato con la Casa Blanca se rompió más tarde en circunstancias controvertidas).
Un extracto publicado en New York Magazine el pasado miércoles detalla cómo Trump y Wolkoff se volvieron contra una Ivanka Trump hambrienta de poder, una estrategia en la que también habría intervenido la diseñadora Rachel Roy. Durante la planificación de la inauguración, lanzaron lo que Wolkoff llama "Operación Bloquear a Ivanka", que consistió en organizar los asientos y la posición de cada miembro de la familia de Trump de manera que no se pudiera ver a Ivanka en la televisión mientras estaban sentados y cuando todos se pusieran de pie para el juramento. La operación tuvo éxito. Roy les envió un mensaje con una foto de Ivanka, bloqueada por la cabeza de Melania, en la televisión, acompañada de emojis llorando de la risa.
El arte consistió en dominar la "línea de visión", una habilidad que se obtiene al dominar durante tantos años el mapa de asientos de la gala del Met, uno de los anteriores trabajos de Wolkoff.Así lo relataba New York Magazine en 2005: "Luego viene la parte difícil: los asientos. Wolkoff considera no solo con quién está cada invitado, sino también quién está detrás de él o ella. El año pasado, por ejemplo, Wolkoff se enfrentó al hecho de que Jennifer Lopez y Mark Anthony aún no habían hecho pública su relación colocándolos uno de espaldas al otro para que pudieran hablar discretamente (…) Otra consideración es la línea de visión. Un anunciante de Vogue con celebridades de la lista B en su mesa podría tener una vista cuidadosamente elegida y sin obstáculos de la clavícula de Nicole Kidman". Y citan a Wolkoff: "Quiero decir, no sabía nada de esto antes de que Anna Wintour me enseñase".
Wolkoff admite que la idea de bloquear a Ivanka en la ceremonia fue algo "mezquina", pero que ella y Melania estaban frustradas con el intento de Ivanka, a sus ojos, de convertirse en "el centro de atención".
La exasesora alega que Melania estaba frustrada porque Ivanka planeaba unirse al desfile inaugural en la Avenida Pennsylvania junto con sus hijos, y que Ivanka le había enviado una foto a Wolkoff del juramento de Barack Obama con toda su familia, incluidas sus hijas pequeñas, presentes. "Para tu información, con respecto al juramento. Es bueno que tenga a la familia con él en este momento especial", escribió Ivanka. Quería cambiar la hora del posado familiar y pidió que su coche se agregara a la caravana presidencial. Cuando Wolkoff escuchó que el esposo de Ivanka, Jared Kushner, estaba explorando el espacio de oficinas del ala este, se lo contó a Melania, quien dijo que Wolkoff tenía "¡que hacer algo!". Así que pegó notas adhesivas en las puertas para describir los propósitos previstos de las habitaciones, como "jefe de personal" y "sala de conferencias". "Nunca paraban", escribe Wolkoff sobre las múltiples peticiones de Ivanka. Al final, pagó con la línea de visión.
Artículo publicado en la edición estadounidense de Vanity Fair y traducido. Acceda al original aquí.
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