Odile Rodríguez de la Fuente: “Mi padre era mi héroe, a su lado nada podía pasarme”

El 14 de marzo de 1980 el corazón de millones de personas se rompió en dos al conocerse la muerte a los 52 años en un accidente de avioneta de Félix Rodríguez de la Fuente. Fallecía sobrevolando Alaska con su equipo de El hombre y la tierra poco después de haber pronunciado estas palabras de manera casi premonitoria: “Qué lugar más hermoso para morir”. Félix dejaba una mujer, Marcelle Parmentier, y tres hijas (María de las Mercedes, Leticia y Odile) y a millones de espectadores rotos de tristeza por la pérdida de uno de los ambientalistas, aventureros y divulgadores más famosos de todos los tiempos.

La pequeña de sus hijas, Odile, tenía apenas siete años cuando murió su padre, al que recuerda como un héroe junto al que nada le podía pasar cuando nadaban juntos en las bravas aguas del Cantábrico bajo la atenta mirada de su madre desde la orilla. A Félix le daba miedo volar y nunca corría riesgos innecesarios, de hecho, ese fue uno de los motivos por los que cambió de aparato (su avioneta había sufrido un problema técnico) antes del trágico accidente, y Odile, que hoy tiene 47 años, sigue recordándole como un hombre cariñoso, empático y con un amor por la naturaleza que lograba transmitir a través de la pequeña pantalla.

La hija pequeña de Rodríguez de la Fuente publica ahora el libro Félix, un hombre en la tierra (Ed. GeoPlaneta), en el que recoge las reflexiones menos conocidas de su padre y en Vanity Fair hemos charlado con ella de la figura de su padre, un hombre cuyas ideas hoy, cuatro décadas después de su muerte, siguen más vigentes que nunca.

¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre tu padre?
Me lo propuso Geoplaneta. Yo al principio no lo veía claro porque hay muchos libros escritos sobre mi padre pero cuando me di cuenta que no había ninguno dedicado en exclusiva a hacer un compendio de sus mejores y más desconocidas reflexiones, me decidí a asumir el reto.

¿Has vivido muchos momentos de emoción recopilando la información para el libro?
¡¡Claro!! Sobre todo de asombro y admiración. Mi padre nunca deja de sorprenderme.

¿Qué nos vamos a encontrar y cómo debemos afrontar la lectura de este libro?
Es un compendio de las mejores narraciones, cuentos y reflexiones de mi padre. He buceado en su obra escrita, audiovisual y radiofónica para extraer lo esencial y más desconocido, para reunirlo y ordenarlo en diez capítulos que conforman los ejes de su visión y personalidad. Yo me he brindado la oportunidad de escribir las introducciones de los capítulos donde ahondo en lo que mi padre aborda en cada uno. Además, hay un último capítulo donde personas populares y famosas de todos los ámbitos de la sociedad hablan sobre el impacto que les causó su figura.

El libro también recoge las ilustraciones de Christa Soriano y dibujos inéditos de mi padre. Sobre cómo debemos abordar su lectura. Dado que es un libro de citas que van desde frases a cuentos de tres páginas, te permite leerlo de forma de principio a fin o de forma desordenada. Es un libro fácil y entretenido pero que invita a la reflexión. Deja poso y despierta emociones profundas en el lector.

Tu padre fue una figura que despertó la conciencia medioambiental en millones de personas, pero ¿qué recuerdo tienes tú de él como padre?
El de una persona realizada y feliz. Apasionado por la vida en todas sus manifestaciones y con la necesidad de compartir esa pasión con los demás. Como padre era sumamente cariñoso y empático. Le encantaba sumergirse en el universo infantil.

“La autenticidad y el amor fueron clave en el éxito de mi padre”

¿Cómo le definirías tú como padre y como figura pública?
Como padre era sumamente cariñoso y generoso y como figura pública entregado a su público y auténtico.

De niña, ¿le veías como si fuera un héroe?
¡Totalmente!

¿Podrías contarme alguna anécdota que recuerdes a su lado?
Nadar con él en las playas del Cantábrico. Mi madre en la orilla gritándole que tuviera cuidado con “la niña” y él diciéndome que me agarrara fuerte a su cuello para bucear bajo la rompiente. Me sentía tremendamente segura a su lado. Nada me podía pasar si estaba a su lado.

¿Cómo definirías en una frase la labor que él hizo con su manera de divulgar el amor a la naturaleza?
Como magia. Nos sedujo y atrapó. Despertó nuestra conciencia y nos hizo ver que un mundo mejor era posible.

¿Cuál fue su secreto para tener a toda una generación enganchada a su programa? Te confieso que todavía hoy escuchando la música de la cabecera se me ponen los pelos de punta…
Autenticidad. Amor genuino por lo que hacía y decía. Improvisaba todas sus alocuciones, lo que las dotaba de frescura y magnetismo.

¿Crees que hoy es más necesario que nunca recordar sus palabras y hechos?
Totalmente. Fue un hombre sabio adelantado a su tiempo e incluso al nuestro. Leerle es recuperar también nuestra sabiduría innata. Sus palabras resuenan y sus reflexiones abundan en lo esencial y evidente pero que sin embargo hemos olvidado.

¿Cómo crees que vería él hoy el ecologismo y el tema del cambio climático?
Creo que estaría diciéndole a ‘sus niños’ que se hace más a través del amor y la seducción que a través de la imposición o el conflicto. Que en esta estamos todos y todos tenemos que encontrar el camino de salida. La naturaleza y la vida es lo que nos une y lo único que puede ayudarnos a ser mejores y más plenos.

“En la ciudad siento que me marchito”

Tu padre decía: "Nada es más sobrecogedor, ni más hermoso, en la noche alta estrellada, en la noche del páramo de Castilla, que el aullido lejano del lobo". Y tú has elegido vivir en el campo, en la Alcarria, si no me equivoco, ¿por qué?
Porque para mí, pisar tierra y no cemento, oler el campo, ver las estrellas por la noche y sentir el cambio de las estaciones es una necesidad vital. Yo, en las ciudades, siento que me marchito.

¿Cómo es tu día a día?
Suelo teletrabajar por las mañana hasta que llegan los niños del cole. Las tardes se las dedico a ellos. Salimos mucho de ‘expedición’ por el campo y en primavera y verano hacemos acampada libre en rincones desconocidos y maravilloso de Guadalajara. Me toca viajar de vez en cuando para dar conferencias o por compromisos con Rewilding Europe, de cuyo patronato formo parte. Me encanta cocinar y tengo un huerto del que me suministro en primavera, verano y otoño. Me gusta improvisar y que mi día a día me sorprenda.

¿Tú también vives la naturaleza como lo hacía tu padre o en el mundo en el que vivimos rodeados de tecnologías y con todo a nuestro alcance esa conexión hoy no es tan fácil?
No es fácil. Además mi padre, a través de la cetrería y de rodar sus documentales en la naturaleza, pasaba gran parte de su vida profesional al aire libre. Sin embargo creo que probablemente me embargue una emoción similar a lo que él sentía cuando estoy en la naturaleza. Plenitud, asombro e infinita curiosidad.

¿Qué crees que pensaría Félix de figuras como la de Greta Thunberg?
Creo que por un lado encontraría esperanzador y positivo que una persona tan joven estuviese aludiendo de forma directa a las conciencias y sentido de responsabilidad de los adultos, pero por otro lado creo que le preocuparía el bienestar de Greta. Una persona de su edad y condición debería salvaguardarse de la exposición que está teniendo y sobre todo centrar su energía en formarse para poder afrontar, precisamente de lo que nos habla, con todas las herramientas posibles.

“Mi padre murió en los paisajes que él pintaba de niño en el colegio”

Para ti, ¿qué significa la ecología? ¿Cómo lo vives en tu día a día?
Para mí es una forma de vida. Una forma de estar en el mundo, de sentirlo y relacionarme con él. La naturaleza dota de sentido a mi vida. De perspectiva y sabiduría. Pero sobre todo de identidad y de inabarcable amor.

¿Tratas de inculcar esos valores que tanto defendió tu padre a tus hijos hoy?
Por supuesto. Pero no porque me vea obligada a ello sino porque me emociona compartir con ellos lo maravilloso que es este mundo y lo extraordinaria que es la existencia y el poder ser conscientes de ello.

¿Qué les cuentas a tus hijos de su abuelo? ¿Les hablas mucho de él?
Constantemente. Que les mira, les protege, les guía. Que son muy afortunados de tener sus genes y que fue un hombre realizado y feliz que es lo más importante a o le uno puede aspirar.

En algún momento has dicho que la vida de tu padre podría haber sido la de un personaje de ficción, ¿por qué?
Porque tiene aspectos asombrosos como que naciera y muriera el mismo día, que no se escolarizara hasta los 10 años, que atrapase a todo un país hablando del lirón careto o que falleciese en los paisajes del gran norte que había pintado de niño en su libro de literatura del colegio.

“Mi padre no asumía riesgos innecesarios”

Tu padre estudió Medicina, pero nunca ejerció, ¿cómo llegó a ser el divulgador que luego conocimos?
A través de la cetrería. Rescató el arte de cetrería que no se había practicado en nuestro país desde el medievo. Gracias a que ganó un concurso internacional le invitaron a participar en un programa de televisión de la época. Recibieron tantas cartas solicitando a TVE que querían volver a ver al señor del halcón que le ofrecieron una colaboración fija todas las semanas. Ahí se dio cuenta de que su verdadera vocación era la de contar historias, la de compartir su pasión por la vida con los demás.

He leído que tú eres mucho más aventurera que tu padre, ¿en qué sentido?
A mi padre le daba miedo volar. No asumía riesgos innecesarios. Yo me he tirado en paracaídas dos veces y me encantan los deportes de riesgo.

Todos recordamos las imágenes de Félix, por ejemplo, con la anaconda gigante… ¿él arriesgaba demasiado para mostrar cómo es la naturaleza en estado puro?
No creo. Tomaba las medidas necesarias para no asumir riesgos innecesarios. Se sentía muy seguro de sí mismo y tenía un cuerpo de atleta que le respondía ante situaciones límite. En definitiva no buscaba la adrenalina del riesgo sino más bien el gozo de conocer y aprender en un mundo asombroso.

¿Qué opinas del animalismo actual?
Que sus premisas en esencia, las de respeto y empatía hacia todas las formas de vida, son buenas y dignas de celebrar. Pero también considero que si bien sus posturas podrán asumirse plenamente en un futuro, hoy día entran en conflicto con principios ecológicos que debemos restaurar, con el fin de que la naturaleza reencuentre su equilibrio. Hemos causado tal impacto y desaguisado en los ecosistemas naturales que nos vemos obligados a intervenir en el caso del control de especies invasoras o de herbívoros cuando no hay depredadores que los mantengan en números que los ecosistemas puedan soportar. Estas actuaciones son criticadas por algunos grupos animalistas. En definitiva considero que además de emoción el movimiento animalista debería también impregnarse de sentido común y conocimientos ecológicos.

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PRÓXIMA RELATORA EN FdC (22 ABRIL,18) H ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE. EL LENGUAJE SECRETO DE LA VIDA. “La mayor aventura de mi vida: ser hija de Félix”. Se licenció en Biológicas y Producción de Cine en USC, Los Ángeles. Su vocación por divulgar la naturaleza nació en su infancia influida, sin duda, por el poder inspirador de su padre. Pasó varios años en Washington DC, trabajando en la sede de National Geographic. En 2004 creó la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente de la que fue directora durante más de 15 años. Actualmente Odile ha centrado sus esfuerzos divulgativos en el reto que el cambio climático supone para la humanidad. Te esperamos en https://www.facebook.com/groups/fuegodecampamento/ ¿Te apuntas? Click aquí: https://app.getresponse.com/site2/juangs… O bien: [email protected]

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“Mi madre ha sido el cordón umbilical que me ha mantenido unida a mi padre”

¿Cómo vivía tu madre ese punto aventurero y arriesgado de tu padre? ¿Qué recuerdos os ha inculcado ella de tu padre?
Creo que mi madre tenía también confianza plena en mi padre aunque le echara de menos en sus ausencias prolongadas. Mi madre ha sido, al menos para mí, el cordón umbilical que me ha mantenido conectada a mi padre. Ella me ha hablado muchísimo de anécdotas, de su filosofía y pensamiento.

Eres su hija pequeña, ¿eres la que más te pareces a tu padre? ¿Tus hermanas también han heredado esa pasión por la naturaleza de él?
Cada una tenemos algo de él. Quizá yo más en línea con su filosofía y vocación pero todas tenemos rasgos de su carácter.

Él era además un humanista y hablaba de vivir en comunión con la naturaleza, ¿hoy su mensaje seguiría estando vigente?
Creo que quizá aún más que en los 70. Hoy día tenemos una mayor madurez y habríamos sido más capaces de entender el mensaje de mi padre en sus facetas más profundas y humanistas. Además él tenía pensado ahondar en estos temas a su vuelta de Alaska.

¿Qué diría él a los más jóvenes hoy?
Lo mismo que les decía en los 70: Formaos, hacer mucho deporte, sacaos el máximo partido para poder exprimir lo mejor que la vida nos puede ofrecer para no dejaros manipular y para tener criterio propio.

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