¿No has probado aún el tahini? Te contamos por qué deberías empezar a incluirlo en tu dieta

Los superalimentos no son una moda pasajera y llevan siendo parte de la dieta del ser humano desde hace miles de años en algunos casos, teniendo estos alimentos ancestrales un altísimo valor nutricional y que aportan mucho sabor y nutrientes a los platos. El tahini es muy utilizado en las recetas más típicas de Oriente Medio como el hummus, el baba ganush (puré de berenjenas) o para elaborar salsas tradicionales. Toma nota de por qué deberías incluir ya mismo en tu dieta el saludable tahini.

Qué es y qué propiedades tiene el tahini

Es una pasta o salsa tradicional de la cocina de Oriente Medio que se elabora con semillas de sésamo, básicamente se hace con sésamo y aceite o agua. Tiene un sabor muy característico que le aporta un toque diferente a los platos y en muchos casos marca sin duda la diferencia.

No solo es un ingrediente fundamental de nuestro querido hummus o del baba ganush que te comentábamos, también se utiliza en muchas ocasiones la pasta tahini para comer directamente con pan, sobre todo con pan de pita que es la elaboración de pan más tradicional de Oriente Medio. Incluso se sirve en el desayuno acompañado de un jarabe dulce en una elaboración llamada pekmez.

El tahini tiene un alto contenido en vitaminas, especialmente del grupo B, como la vitamina B6 y la vitamina B12. También es una buenísima fuente de minerales como el zinc, el fósforo, el hierro o el calcio. Tiene un alto valor energético y aporta grasas saludables por lo que se recomienda su consumo moderado sobre todo si estás haciendo una dieta de adelgazamiento o padeces de sobrepeso. Es muy saludable y no va a dinamizar tu operación bikini no te preocupes, simplemente no abuses del delicioso tahini.

Beneficios del tahini

Es un alimento cardiosaludable gracias a su contenido en ácidos grasos esenciales (omega 6 y omega 3) como el ácido oleico. Además, consumido con moderación, ayuda a mejorar el tránsito intestinal, gracias a su contenido en fibra, y a eliminar toxinas y sustancias de desecho por el organismo.

Gracias a su contenido en calcio, el tahini es un alimento que refuerza el sistema óseo y su contenido en fitoesteroles bloquean la absorción del colesterol por el intestino por lo que es un alimento que ayuda a reducir los niveles perjudiciales de colesterol.

Pues incluir el tahini en tus recetas de hummus o acompañando a algún plato tradicional de Oriente Medio pero también puede ser una alternativa a productos típicos de occidente como la mantequilla. Untarlo en tostadas, agregarlo a recetas dulces, ensaladas, bocadillos… hay un montón de posibilidades y recetas para que puedas beneficiarte de todas las bondades de esta “pasta mágica”.

Receta de tahini casero

Puedes comprar tu tahini fácilmente en cualquier gran superficie en nuestros días, o bien puedes hacer tu propia pasta de sésamo en casa, mucho más saludable y con uno o dos ingredientes nada más. Toma nota de esta sencilla receta para hacerte tu propio tahini.

Ingredientes:

  • 2 tazas de semillas de sésamo
  • 2 cucharadas de AOVE (opcional)

Elaboración: Si tienes semillas de sésamo crudas ponlas en una sartén a fuego medio. Remueve para que se doren y suelten sus aceites naturales durante unos 5 minutos. Puedes saltarte este paso si vas a utilizar semillas de sésamo ya tostadas. Una vez que se enfríen lleva tus semillas a un robot de cocina, batidora o procesador de alimentos y tritúralas hasta conseguir una pasta homogénea. Puedes añadir a tu pasta aceite de oliva para darle más aroma y hacer tu mezcla más cremosa. ¡Listo! Puedes guardar tu tahini en un recipiente hermético en la nevera más o menos un mes sin problema agitándolo siempre antes de usar. Puedes añadirle zumo de limón, sal o ajo si te apetece darle otro toque. ¡Enjoy!

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