Un año después de la noticia que paralizó Reino Unido -el bautizado como Megxit-, Meghan Markle y el príncipe Harry han tomado lo que parece una decisión definitiva en cuanto a sus obligaciones reales: no volverán a trabajar con la Casa Real británica.
«El duque y la duquesa de Sussex han confirmado a Su Majestad que no volverán a incorporarse como miembros en activo de la Familia Real», podía leerse en el comunicado emitido por el Palacio de Buckingham esta misma mañana a través de su web y redes sociales oficiales.
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