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Marella Caracciolo nació princesa, en el seno de una familia de la aristocracia naoplitana que había reinado en Nápoles, y se casó, con 26 años vestía de Balenciaga, con uno de los hombres más poderosos de Italia: el carismático Gianni Agnelli, heredero del imperio Fiat. Formaban lo más parecido a una familia real italiana. A los 92 años, Marella Agnelli fallecía en Turín en febrero de 2019 dejando atrás un gran vacío.
Marella fue una mujer elegante y avanzada para su tiempo. Antes de conocer a su príncipe -lo suyo fue amor a primera vista-, estudió Arte en París y vivió en Nueva York donde ejerció de asistente del fotógrafo de moda Erwin Blumnfeld y a su regreso a Italia fue editora y fotógrafa de Condé Nast. Solo unos meses, mientras permaneció soltera porque después ya no tuvo tiempo, según contó ella misma en sus memorias Marella Agnelli: el último cisne publicadas en 2014.
El apelativo de cisne se lo dio Truman Capote, como a la hermana recién fallecida de Jackie Kennedy, Lee Radziwill. Marella se sintió traicionada entonces, no porque el autor de A sangre fría, con quien acabaría por no hablarse tras la publicación de Plegarias atendidas en la que desvelaba secretos de sus amigas de la alta sociedad neoyorquina, la llamara de esta forma sino porque ella no era la única. Un tributo a un amigo traidor por gusto de los editores en el que repasa, a través de sus increíbles mansiones y exquisitos jardines –la de Marrakech era su favorita y allí pasó los últimos años de su vida–, días en yate con John F. Kennedy, carreras de coches, fiestas y muchas desgracias que no logró compensar con una vida, en principio, privilegiada.
Uno de los reveses más importantes a los que tuvo que hacer frente fue a la muerte de su hijo Edoardo, el mayor de los dos que tuvo con Agnelli. Adicto a las drogas, se suicidó en el año 2000. Tres años después murió Gianni, el empresario símbolo del capistalismo global y del carácter italiano, playboy conocido por sus continuas conquistas fuera del matrimonio, entre las más conocidas la que mantuvo con la actriz sueca Anita Ekberg, aparte del supuesto romance que mantuvo con Jackie Kennedy. Su nieto díscolo (y bien vestido)Lapo Elkann tampoco le dio muchas satisfacciones. El enfrentamiento con su hija Margherita en los tribunales por el reparto de la herencia del magnate de Fiat no ha sido una insignificancia en la vida la reina italiana de la elegancia y la distinción.
Artículo publicado originalmente el 23 de febrero de 2019 y actualizado.
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