- La piña, una aliada perfecta para quitarte esos kilos de más.
- Como cualquier fruta, la piña es mejor comerla como postre.
Incluida en muchos regímenes de adelgazamiento, por su efecto digestivo y diurético, la piña es una fruta rica en vitaminas y minerales con múltiples beneficios para la salud. Como la mayoría de las frutas, la piña posee un contenido calórico moderado por lo que puede aportarnos las calorías necesarias a nuestra dieta sin que nuestro peso aumente. Según los expertos, ayuda al organismo a eliminar toxinas, reducir volumen corporal y deshacerte de la temida piel de naranja.
Por si esto fuera poco, el potasio y sodio que posee ayudan a reducir la presión arterial, contribuyen al buen funcionamiento del hígado y es un antiinflamatorio natural, que ayuda en la afecciones como artritis, sinusitis, dolor de garganta e inflamación abdominal. Además, para las personas que sufren anemia es una aliada perfecta, ya que facilita la absorción de hierro.
Y, muy importante, es una fuente natural de fibra dietética. ¿Qué significa esto? Que, entre muchos beneficios que aporta a nuestro organismo, regula el de regular el tránsito intestinal y evita por tanto el estreñimiento. La piña posee un mayor contenido en fibra que la sandía, el melón, la uva o la mandarina, por ejemplo.
Gracias a sus múltiples propiedades y beneficios, la piña debe formar parte de los ‘alimentos básicos’ que no deben faltar en una dieta ‘healthy’, rica en frutas y verduras, entre otros alimentos. Recuerda que existen muchas formas de prepararla e incluirla en algunas de tus recetas favoritas. Eso sí, lo más recomendable es su ingesta natural, como fruta, porque se aprovechan mucho mejor sus propiedades nutricionales. Así puedes disfrutar de su intenso sabor en una rica brocheta de fruta, en un carpaccio o dar un paso más y utilizarla como ingrediente ‘estrella’ en un entrante o plato principal. Por ejemplo, una brocheta de pollo y piña. ¿Suena bien, verdad?
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