Disney+ aterrizó el 24 de marzo en Españacon un catálogo que reunía lo mejor de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars y National Geographic, así como los nuevos Disney+ Originals: películas, programas de entretenimiento, documentales y series originales producidos en exclusiva para el servicio de streaming. Una de las mejores cartas de presentación de la nueva plataforma es Togo, una película basada en la historia real del perro del mismo nombre cuya heroica actuación salvó muchas vidas en 1925.
Willem Dafoe interpreta magistralmente a Leonhard Seppala, el criador de perros y musher que viajaba a bordo del trineo liderado por Togo y que recorrió el tramo más largo y peligroso de la llamada Carrera del suero, un recorrido de 1085 kilómetros en cinco días y y medio hecho a base de relevos, desde la ciudad de Nenana hasta Nome para llevar vacunas contra una epidemia de difteria que asolaba la población.
La película recrea a la perfección el espíritu de líder de este animal enclenque de nacimiento y de tamaño más pequeño de lo normal en el que en un principio solo confiaba su dueña, Constance Seppala, interpretada en la película por Julianne Nicholson (Boardwalk Empire, Masters of Sex, Ley y orden). Desde sus primeras travesuras como cachorro para desesperación de su dueño, que intentó deshacerse de él en varias ocasiones, hasta descubrir que tenía madera de líder y situarle en la primera posición del trineo, un puesto que no dejaría hasta el final de su vida en activo.
Balto le quitó la gloria
Mientras que los otros mushers se dieron relevos de cerca 50 kilómetros, Seppala, con Togo a la cabeza, hizo el mayor esfuerzo y dejó el suero a 126 km de su destino final. Pero, a pesar del logro, la gloria se la llevó Balto, inspirador de otro clásico de Disney, y su dueño Gunnar Kaasen, que hicieron el tramo final de 88 kilómetros y entraron victoriosos en Nome la madrugada del 3 de febrero. La hazaña le valió la aclamación popular y una estatua de bronce conmemorativa en Central Park (Nueva York).
Ahora, la película de Disney, sin quitarle mérito a Balto, trata de dar el valor que le corresponde a este héroe canino que murió en 1929 con dieciséis años de edad y cuyo cuerpo disecado se expone en el museo de Iditarod Trail Sled Dog Race, en Wasilla (Alaska). Su dueño, Seppala, quien introdujo la raza husky en el mundo anglosajón, siguió participando en carreras de trineos y ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1932 celebrados en Lake Placid (EE.UU.). Murió en 1967, a los 89 años, en Seattle.
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