QUÉ HA PASADO

• Paula y Espe sospecha de la relación de Rojo y Diana.

• Merche sigue adelante con la investigación a Karim.

• Quintero ofrece un puesto a Nico como camarero.

Bremón está muy preocupado por la amistad entre su sobrina y Karim. El comisario no puede contarle a la muchacha que el policía es investigado en secreto por sus vínculos con el yihadismo y siente que está poniéndola en grave peligro.

La tensión constante a la que está sometido hace que sufra un desmayo y deba ser trasladado inmediatamente al hospital. Cuando
abre los ojos, ve en su habitación a Claudia y a Merche, que han ido a interesarse por su estado de salud.

En ese momento, entra el médico y habla con el paciente: “Debe alejarse unos días del trabajo si quiere mejorar. Por favor, guarde reposo y cuídese mucho”.

Mientras tanto, el sospechoso de terrorismo se cita con su amigo Hassan para planear el asalto a una armería esa misma noche.

Al día siguiente, Paula vive un duro enfrentamiento con Toni en plena comisaría. Desde que descubrió que es el amante de su madre, la joven no quiere verlo, ni trabajar con él. Miralles frena la discusión y les pone un alto: “Tenéis que ser buenos profesionales. Esto no es el patio del colegio. Los problemas personales se quedan fuera”.

Por la tarde, la agente debe hacerse cargo de un caso de violencia de género y, tras charlar con la víctima, se replantea la relación que ha tenido con su progenitora los últimos meses.

Por su parte, Mateo está peor y lo único que hace es ahogar sus penas en el alcohol para tratar de olvidar que ha perdido a su familia. El hombre ni siquiera tiene ánimos para vestirse de gala y asistir esa noche a la celebración del aniversario de su clínica de cirugía estética. No obstante, haciendo un gran esfuerzo acude al evento, que tendrá consecuencias inesperadas para los presentes.

Lejos de allí, Nico acepta la propuesta de Quintero de trabajar en el Moonlight como camarero y ganar dinero honradamente. Sin embargo, Rojo no está dispuesto a dejarle escapar tan fácilmente: “A mí nadie me abandona. Seguirás haciéndome encargos o juro que te arrepentirás”. Después de presionarle, el muchacho renuncia a su trabajo en el bar.

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