QUÉ HA PASADO

• Murat secuestra a Nazar para que entre en razón.
• Ceylaán conoce a Nefes sin saber que es su madre.
• Yigit es víctima de los chantajes de su padre.

Vedat asesta un duro golpe a los Kaleli cuando, tras asesinar a sangre ría a Necip con un tiro en la espalda, denuncia que el crimen lo ha cometido Mustafá. Incluso, pone el cadáver en el maletero de su coche para que los guardias no tengan dudas de suculpabilidad. Asiye se queda destrozada al observar a un par de agentes detener a su esposo y ponerle los grilletes en las muñecas. Más duro será el momento de ir a verlo días después de su arresto a prisión: “Te he echado muchísimo de menos y tu hija también. Todos te extrañamos y estamos haciendo lo posible para que puedas salir de aquí. Te prometo que no vamos a dejarte solo”.

El reo se emociona con las palabras de su esposa y le pide que cuide de la niña que tienen en común hasta que se solucione la situación: “No voy a parar en mi lucha por convencer al juez de que soy inocente. Ningún malnacido acabará con mi vida, ni con mi felicidad”.

Al la mañana siguiente, Sayar se prepara para su boda con Nazar. La pareja ya se ha dado el “sí, quiero” en una íntima ceremonia cuando el novio se marcha corriendo. Se ha enterado de que la policía tiene el vídeo donde confiesa el asesinato de su cuñado años atrás y están buscándolo. “He sido una idiota y una ciega con ese terrible hombre”, explica a su madre la novia. Horas más tarde, la chica recibe en su casa la visita de Murat, quien le echa en cara que no le hiciera caso con respecto a su prometido: “Te dije que no era un buen hombre.

Nunca has sabido apreciar el amor de quienes te quieren de verdad”. Después, se miran a los ojos y una chispa de complicidad surge entre ellos. Días más tarde, Tahir toma la decisión de que Nefes y Yigit se marchen a Rusia. “Debes protegerte de la maldad de tu exmarido”, le dice a su esposa. El matrimonio es consciente de que puede que no vuelvan a verse, pues él debe quedarse en Turquía para cuidar a su familia, ya que su hermano mayor sigue entre rejas. Ella le pide pasar la noche juntos a modo de despedida. “Quiero llevarme un bonito recuerdo de ti”, comenta mientras lo abraza. “Dormiremos pero nada más. Tus heridas en el alma todavía no han cicatrizado”, contesta su cónyuge.

Al amanecer, el hombre acompaña a su amada y al niño al barco que los llevará a su nuevo destino. Cuando están a punto de zarpar, Vedat aparece con Ceylaán en las manos y, después de rociar la embarcación con gasolina, amenaza a los presentes con un mechero: “Ata y tira al mar a tu enamorado o moriremos, incluidos tus vástago. Porque, querida, esta pequeña es tu hija, la que te hice creer que había muerto”. Nefes se queda de piedra pero enseguida reacciona y lo primero que hace es abrazar a la niña. Instantes después, obligada, amarra y empuja al mar a Tahir. Este se suelta y consigue volver a la superficie, donde se enfrenta al pérfido empresario.

Eysan se quita la vida ahogándose en el mar

Lejos de allí, Eysan no soporta más los dolorosos recuerdos de los abusos que sufrió de adolescente por parte de su tío. Tras la ausencia de su primo, se siente más sola que nunca y en un acto de desesperación, decide meterse en el océano y acabar con su vida. Su cuerpo aparece por la noche en la playa. Es Nihat quien lo encuentra tras ver su coche abandonado cerca del paseo marítimo. “Descansa en paz”, susurra el comisario al reconocer el rostro de la fallecida.

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