Hace tiempo que Kim Kardashian apenas tiene secretos para el público. La celebrity no duda en compartir gran parte de su vida a través de sus redes sociales y el reality que comparte con sus famosas hermanas y su madre. Ni siquiera su casa, el santuario privado que todas las estrellas tienden a mantener en la más celosa intimidad, es un secreto. Hace poco la actriz mostró cada rincón de su lujosa mansión en Hidden Hills, enseñando su cuidada decoración minimalista, en la que los tonos neutros son protagonistas.
Pero hay un espacio reservado a la fantasía, la magia y el color que nos quedaba por ver: el cuarto de sus hijos. Las vidas de North, Saint, Chicago y Psalm no son (exactamente) como las de los demás niños y damos fe que su cuarto de juegos, tampoco. El espectacular espacio cuenta con un graderío repleto de peluches de todos los tamaños y en el centro de la sala hay una piscina de bolas con tobogán. La sala también cuenta con un escenario equipado con batería y piano donde los cuatro pueden formar su propia banda y dar sus conciertos.
Pero no son los únicos detalles que ha enseñado la celebrity. Los pequeños cuentan con una zona repleta de dinosaurios y camiones, y una serie de cajones perfectamente ordenados donde hay montones de piezas de Lego y los animales de una granja. Los niños también disfrutan de una amplia biblioteca y de una increíble colección de colores para poder pintar sin parar.
Eso siempre y cuando no estén jugando con el supermercado, la cocinita, o se hayan convertido en sus personajes favoritos gracias al gigante vestidor repleto de disfraces que sería el sueño de cualquier niño. Con un cuarto de juegos así, ¿quién no querría regresar a la infancia?
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