A día de hoy, Joaquín Cobarro (Casablanca, 1957) es uno de los otorrinonaringólos más apreciados en la isla y de los más reconocidos a nivel nacional. Estudió Medicina en Barcelona y volvió a su hogar, Mallorca, donde comenzó a adquirir fama como profesional. Por sus manos han pasado personajes ilustres, como la familia Escarrer, actores como Imanol Arias, políticos y otros personajes ilustres de los que ha preferido no revelar su identidad. Tampoco le da mucha importancia. “El archivo de historias clínicas que tengo sobrepasa las 75.000 entradas y muchas veces te encuentras alguna que otra sorpresa”, nos explica, “el otro día sin ir más lejos, me llamaron para ver a Imanol Arias. Me cae muy bien a pesar de las cosas que se hayan podido decir de él”.
En los años 70, época en la que el doctor Cobarro estudiaba Medicina, Mallorca no ofrecía posibilidades de especialización. Fue entonces cuando decidió salir a estudiar fuera de España, formándose en Noruega y París. “El haber salido a estudiar fuera me dio ventajas sobre el resto de médicos de la isla”, nos explica, “esto me ayudó a convertirme en un referente”.
Aunque su figura quizás no se relacione demasiado con el mundo de la farándula, sí que le atribuyen múltiples logros, como la primera operación de cáncer (de laringe) realizada con láser en la isla de la que hoy se cumplen 25 años. “Mi equipo de la clínica Juaneda y yo fuimos pioneros en este tipo de intervención. Anteriormente era común que los métodos fueran rudimentarios e invasivos. En muchas ocasiones se decidía no operar. Gracias a nuestro hito, la medicina avanzó mucho en la isla”.
Para Joaquín Cobarro, la vida solidaria siempre ha sido un lugar muy importante y, siendo médico, le fue relativamente fácil comenzar a cooperar con África y Sudamérica. El doctor nos relata las dificultades de ayudar a otros países, no sólo por el tema burocrático ("Al principios íbamos con ONGs, pero luego organizábamos las cooperaciones directamente con los hospitales”, puntualiza) sino también por la corrupción y los conflictos de intereses. Y no sólo del continente africano.
“En Cabo Verde, en el año 2005, una casa comercial nos había regalado para implantar unos audífonos. Queríamos que todas las personas con problemas de audición, independientemente de su clase social, pudieran tener acceso a ellas. Hablamos con el Ministro de Sanidad del país que nos recibió como siempre con los brazos abiertos. El problema venía de España. El encargado de cooperación nos explicó que el proyecto era buenísimo, pero demasiado barato como para moverlo a nivel de la Comisión Europea. Me quedé frío, malditos burócratas”.
Hijo de médico y hostelero, a Joaquín Cobarro la inquietud le viene en la sangre. Su padre realizó las primeras operaciones de cambio de sexo en Casablanca junto al doctor Burú, ciudad en la que estuvo ejerciendo durante una larga temporada y donde casualmente nació el mallorquín. Años después, la familia volvió a su Mallorca natal. Cobarro aún era un niño cuando su padre, también Joaquín, llegó a casa con un proyecto “grande”: decidió fundar el Club Náutico de Alcudia en el año 1974. Casi a la vez, comenzó a regentar el famoso Hotel Victoria de Alcudia, un referente en la isla y refugio de celebridades en la época.
“En la Mallorca de aquel momento se movían muchas celebridades. La isla era un lugar muy exclusivo. Mis padre no me contó muchas anécdotas de entonces. Sé que se rodeaba de gente influyente ya que tanto el Club como el hotel eran sitios muy concurridos por celebridades. No me resultaría extraño que se hubiera relacionado con Grace Kelly y la familia real de Mónaco”.
Después de medio siglo, el médico disfruta de correr en los paseos maravillosos que regala Mallorca. De hecho, participó en la Maratón de Nueva York del pasado mes de octubre junto a otras personalidades como José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica, Narcís Roura, director general de Pepsico, o el periodista de Telecinco José Antonio Luque. Navegar también es una de sus pasiones: ganó el Trofeo Almirante Conde de Barcelona, otorgado por el rey Juan Carlos. El médico reconoce que el turismo exclusivo que vivió antaño ya no es lo que era y que la situación actual en la isla está ahogando toda posibilidad de crecer. Al menos culturalmente. "Hemos pasado de un turismo muy selecto a un turismo de masas. Los políticos lo han hecho fatal. Han dejado ir la identidad de Mallorca No es todo sol y playa".
Fuente: Leer Artículo Completo