Ayer se presentó en Madrid la nueva novela del premio Nobel Mario Vargas Llosa. Tiempos recios, como se titula su libro, se adentra en la Guatemala de Arévalo y Jacobo Árbenz y uno de los acontecimientos que cambió la historia de América Latina. Un texto que mezcla ficción e historia y que promete seguir la línea de la aclamada La fiesta del Chivo. Si bien la novela ya se había presentado a medios, ayer el acto fue uno más íntimo, rodeado de muchos amigos del escritor y de personalidades de diferentes esferas como Joaquín Sabina, Máximo Huerta, Elena Cué o Esperanza Aguirre. Pero quien no perdió detalle de cada palabra que se dijo fue Isabel Preysler que, como suele ser habitual, se convirtió en la mejor aliada de su pareja. La reina de corazones acudió con un vestido negro ajustado con dos franjas blancas que marcaban su silueta y la estilizaban todavía más.
Un diseño de corte midi, manga francesa y escote de pico que podría ser uno de los nuevos diseños de TFP, la marca de su hija Tamara Falcó. Preysler mantuvo el look sobrio y discreto gracias a unos zapatos de salón en negro y vinilo, a una cartera de mano negra y a unos aros irregulares de brillantes como todo complemento. Llevó el pelo suelto y su habitual maquillaje.
En esta ocasión también les acompañó Tamara Falcó que acudía con un look muy diferente al de su madre pero igual de favorecedor. Tamara prefirió apostar por un estampado de flores de inspiración oriental en azul añil sobre fondo negro. Un mono de escote barco, manga al codo y cintura marcada que la diseñadora combinó con unos zapatos de salón en color nude y una cartera de mano oscura.
Tamara Falcó prescindió de joyas pero la coleta baja con raya a un lado y el labio en color cereza remataron un look de tintes sofisticados.
Madre e hija demostraron una vez más ser las reinas de estilo.
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