El hummus es uno de esos alimentos que alegran los días (y las noches) de cualquiera. Como en todo, o lo amas o lo odias, no hay punto intermedio. Si perteneces al segundo grupo, sentimos decirte que te estás perdiendo uno de los grandes manjares que nos ha dado el universo. Es tanto nuestro amor por esta pasta de garbanzos, que hasta te contabámos hace poco cuál era el mejor hummus de supermercado.
Sin embargo, no todo en esta historia podía tener un final feliz: si estás siguiendo una dieta baja en carbohidratos puede que este tentempié (o plato principal, según cómo de hambriento te sientas ese día) no sea el más ideoneo. Y es una pena, porque es el acompañamiento perfecto de-casi- cualquier cosa. Los crudités no pueden tener mejores compañeros de plato, los picos de pan y las tostadas con aguacate se pelean por ser los elegidos para acompañar a este plato originario del Antiguo Egipto. Y aunque poca gente lo crea, le dan un punto súper orginial a las pechugas de pollo sazonadas con curry.
Después de todo, las legumbres son alimentos altos en carbohidratos, y la mayoría de las dietas bajas en calorías y carbohidratos solo permiten entre 50 y 100 gramos de carbohidratos al día, por lo que el hummus no es la mejor opción. Aunque hay formas de engañar a la dieta.
El ingrediente principal del hummus es el garbanzo, que contiene por 100g aproximadamente 28g de hidratos, por lo que en este tipo de dietas, deberá consumirse con moderación. Aunque eso sí, como el hummus lleva más ingredientes, la ingesta se equilibra: el aceite de oliva y el tahini son bajos en carbohidratos y altos el grasa, por lo que mezclados, resulta una combinación aceptable en cuanto a los valores de los carbohidratos. ¿Lo más importante? Que estos carbohidratos son complejos, por lo que el cuerpo tardará en digerirlos y no se convertirán en un pico de azúcar en sangre.
¿Entoces puedo o no comer hummus?
Sí, pero debes tener cuidado con las porciones y mirarlas con lupa. Literalmente. Cuenta los carbohidratos que puedes tomar al día y ten en cuenta cuánto consumes exactamente si aderezas tus platos con esta psta de legumbres. Si no te salen las cuentas, prueba a mezclar los garbanzos con otra verdura, por ejemplo, con berenjena asada. Ganarás en sabor, está igual de delicioso y te ahorrarás unos cuantos carbohidratos.
Todo sea por la dieta.
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