La importancia de los estiramientos está infravalorada. Estirar debería ser parte de nuestra rutina, sobre todo para evitar tensiones y corregir posturas incorrectas.
Según los expertos, el sistema linfático (que es una red de tejidos y orgános) hace que las proteínas ricas en líquido linfático fluyan a través del cuerpo, eliminando infecciones y deshechos para posteriormente ser filtrados.
Beber agua, comer saludable, evitar la contaminación, el manejo del estrés y el ejercicio es la clave para mantenernos en forma. Y es que, el hecho de estirar ayuda al sistema linfático a descongestionarse, deshaciendo cualquier tipo de bloqueo para evitar la hinchazón.
No hace falta llevar a cabo ejercicios muy exigentes, con incorporar a la rutina actividades como caminar, utlizar las escaleras y llevar la compra puede ser suficiente. Respiraciones abdominales profundas, ejercicios aeróbicos, entrenamientos de resistencia media que faciliten la circulación, estiramientos completos y variados pueden ayudar a mejorar el sistema linfático.
Lo que quiere decir que no hay necesidad de apuntarte de forma inmediata a una clase de HIIT, los estiramientos son un muy buen punto de partida.
¿Qué estiramientos hacer?
–Encoger los hombros: Ponte de pie en una posición cómoda y mientras inhalas sube los hombros. Cuando exhales, baja los hombros a una posición neutral y repite 10 veces.
–Rotaciones de cuello: de pie o sentado, mientras inhalas, debes mover tu cabeza hacia la derecha inviertiendo cinco segundos. Vuelve a la posición inicial y hazlo con el otro lado. Repite 10 veces.
–Abducciones de cadera: túmbate en el suelo con los brazos pegados al cuerpo y las piernas flexionadas. Inhala extendiendo tu pierna derecha hacia el lado y cuando exhales, vuelve al centro. Repite 5 veces con cada pierna.
–Estiramiento de tobillo: Túmbate en el suelo de espaldas y pon tus piernas y brazos en el suelo. Pon el pie en punte y flexiona y estira. Repite 10 veces con cada pie.
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