Moverte, pero sin caer en la extenuación. Un estudio realizado por la Universidad de Australia ha comprobado cuál es el deporte que tienes que hacer si quieres poner tu cerebro a punto y que esté sano por siempre jamás: a tu mente le gustan los entrenamientos con intervalos de alta intensidad (HIIT) o, la opción más calmada, el ejercicio moderado continuo. Y un aviso: odia las sesiones largas de deporte extenuante.
Para comprobar esta teoría los expertos utilizaron a 128 voluntarios cuyos cerebros fueron monitoreados tras realizar ejercicio aeróbico a distintas intensidades en una bicicleta estática o en una cinta de correr. Unos hicieron ejercicios continuos de baja intensidad y otros ejercicios de intervalos de alta intensidad de una extensión mayor o menor llevando el corazón hasta el 90% de su capacidad.
Pues bien, los mayores cambios en la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para volver a cablear o modificar sus conexiones neuronales, se produjeron en el grupo de voluntarios que realizó 20 minutos de entrenamiento con intervalos de alta intensidad o 25 minutos de ejercicio aeróbico moderado continuo.
En cambio, pedalear como un loco o correr a toda velocidad manteniendo el esfuerzo durante toda la sesión elevaba los niveles de cortisol, la hormona del estrés, bloqueando los efectos positivos de hacer deporte. Y es que parece ser que el cortisol bloquea las respuestas neuroplásticas del cerebro impidiendo que mejore su memoria, atención y capacidad de aprendizaje. Los hallazgos de estos investigadores han sido publicados en el Journal of Science and Medicine in Sport.
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