El 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad y en las circunstancias adversas en las que está sumido el planeta a causa del coronavirus nos preguntamos si, dentro de esta situación, podemos encontrar motivos para ser felices. Siempre se puede sacar un lado de bueno de las cosas, incluso de las peores, pero en estos días de cuarentena la sobreinformación y la hiperconexión prima. ¿Es también esta permanente conexión un factor que está afectando a la felicidad global?
Ladrones de tiempo
Las redes sociales, e internet en general, son uno de los elementos diarios en los que podemos emplear más tiempo de lo necesario. Esa conexión constante puede crear ansiedad y estrés por la sobrecarga de información y estímulos.
Prem Rawat ha dedicado toda si vida a labores humanitarias, labor social y a ofrecer discursos y conferencias sobre la paz en todo el mundo. “La tecnología, especialmente en comunicaciones, puede ser un amplificador del ruido de la vida; un multiplicador de las distracciones que compiten por nuestra atención”, explica en su libro Escúchate (Aguilar) y continúa su reflexión en este sentido “La tecnología está ahí para ayudarnos a mantenernos en contacto unos con otros, pero en cambio puede ocurrir que estemos perdiendo el contacto con nosotros mismos. A veces parece como si nuestros aparatos nos sobrecargasen. Es como si hubiéramos comprado un caballo para que nos lleve de un lugar a otro, pero hubiéramos terminado llevando nosotros al caballo. ¿No nos vendría bien presionar el botón de pausa más a menudo?”
Rawat nos anima a controlar lo que él llama ladrones de tiempo, como lo son las redes sociales, para poder tomar de nuevo las riendas y no sobrecargarnos para así recobrar nuestro centro y el foco, así nuestro bienestar y nuestra autoestima se vera reforzada y, por ende, nuestra felicidad.
FOMO
La necesidad imperiosa de estar siempre conectados acaba pasando factura. El acrónimo FOMO (fear of missing something out o miedo a perderse algo) describe el fenómeno que sucede a causa de esa hiperconexión diaria, que en estos días de cuarentena se está dando más que nunca. Lejos de tomarnos el aislamiento como una oportunidad de reencontrarnos con nosotros mismos estamos más descentrados que nunca pero a la última en memes, redes sociales y noticias.
¿Qué ocurre cuando esta conexión tan brutal se da durante días y días? Comienza a aflorar la ansiedad, el estrés, los dolores de cabeza, el insomnio… la falta de felicidad y plenitud se hace cada vez más evidente. La prestigiosa revista de ciencia Psychological Science ha afirmado que la necesidad de estar conectado a internet y a las redes sociales es más irresistible que la de fumar, beber alcohol o el sexo. Ahí es nada.
Estar expuestos a esta infinidad de estímulos online afecta sin duda a nuestra felicidad. El mantenimiento de vínculos superficiales, la exposición constante a información no siempre verídica o la aparente perfección de algunas vidas públicas en redes sociales, puede tener un fuerte impacto en la autoestima, generar malestar y estrés. ¿La solución? Bajar ese ritmo de conexión para poder retomar el control y la perspectiva, aumentando así el bienestar y el estado de ánimo.
Happy List
Para retomar ese control del que hablábamos y amortiguar el ruido que nos llega a través de internet y las redes sociales, los expertos proponen un reto para lograr un mayor bienestar psicológico: la Happy List.
En un informe que acaba de realizar Privalia sobre la felicidad, se presenta la herramienta Happy List, una lista de 10 cosas o experiencias que potencian la felicidad con la que dar la vuelta al estado de ánimo.
“Si entendemos la felicidad como lograr satisfacción en la vida, vivir emociones positivas, sentir bienestar, paz y placer, será necesario detenerse a reflexionar sobre cómo lograrlo” asegura la psicóloga Eva Garcés. “Una técnica sencilla puede ser la Happy List: Identificar 10 cosas que te aportan felicidad. Este ejercicio es muy poderoso porque vas a invertir tiempo en ti mismo y en algo tan importante como saber qué te hace feliz”.
Manos a la obra entonces. Para elaborar la Happy List es necesario implicarse “Una vez tengas tu lista completa, comprométete contigo mismo a realizar una, o dos de esas cosas, cada día” dice la psicóloga. “Escribiendo nuestra “Happy List” nos focalizamos en los aspectos positivos de nuestra vida, evitando la rumiación negativa, realizamos un ejercicio que implica estar presente en el aquí y el ahora, de forma relajada, y a la vez, ponemos nuestra mirada hacia un futuro mejor. Analizar qué nos hace felices y ponerlo en práctica es fundamental para desarrollar nuestro bienestar psicológico y, por tanto, para nuestra felicidad”, afirma Garcés.
Son tiempos inciertos, difíciles, en los que el aislamiento puede tener más efectos secundarios de los que a simple vista parecen. Controla la conexión a redes sociales y a internet en general para poder reconectar contigo misma en un ejercicio de introspección que te ayude a recuperar la calma, la armonía y la felicidad. Con una dieta saludable, ejercicio, meditación y herramientas como la Happy List seguro que comienza a bajar ese ruido externo y a mejorar tu estado de animo. La felicidad, como decía Aristóteles, es un ejercicio de la actividad de cada ser.
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