Tanto si duermes como un tronco, como si eres de las que dan vueltas en la cama mirando al techo los expertos en el arte del buen dormir te quieren dar un consejo: mantén una buena rutina de sueño y acuéstate antes de medianoche (y a ser posible, desnuda), porque las horas que duermes antes de que den las doce son un remedio quemagrasas, una vacuna contra los kilos de más y las más valiosas para nuestra salud (peso aparte).
La explicación al poder sanador y adelgazante de acostarse a las diez y no a las doce la encontramos en el propio cerebro. En él reside un área que se dedica en exclusiva a sincronizar la función de cada célula del organismo con el momento del día en el que nos encontramos. ¿Y cómo lo hace? Captando los niveles de luz y oscuridad del ambiente. A medida que el nivel de luz cae por debajo de cierto límite, el cerebro envía un mensaje a la glándula pineal y gracias a ello cada célula del cuerpo comienza a trabajar en modo noche.
Este ajuste de precisión se llama ritmo circadiano y de él depende la regulación de muchos de nuestros sistemas corporales, incluida la presión arterial, la temperatura corporal, la producción de hormonas… y sí, la forma en la que usamos y acumulamos la grasa, también.
Si te gusta trasnochar, engordas
Cuando hablamos de peso y sueño no solo importan las horas que pasamos en la cama (un estudio de la Universidad Northwestern comprobó que dormir menos de seis horas y media nos hace comer al día siguiente más hidratos de carbono y menos vegetales y frutas), sino que la hora en la que nos vamos a la cama también cuenta.
Una investigación de la Universidad de Pensilvania publicada en la revista SLEEP reveló que las personas que se acuestan habitualmente de madrugada eran más susceptibles a ganar peso que aquellas que lo hacían a las 10 de la noche. Además, en otro estudio que publicado en la revista Obesity se afirma que trasnochar hace que cambien nuestros hábitos alimentarios y convierte a los trasnochadores en más propensos a consumir alimentos ricos en grasas y azúcares.
Todo tipo de beneficios
si lo que te preocupa es tu salud y no solo tu cintura, irte a la cama temprano también es una buena idea para cumplir este objetivo. Se ha comprobado que la fase de sueño de 90 minutos que se produce antes de la medianoche es una de las más eficaces en cuanto a recuperación de daños celulares… o lo que es lo mismo, irnos a la cama antes de las doce ayuda a nuestro organismo a “resetearse” de una forma más eficaz. Conclusión: si te acuestas pronto no solo estarás más delgada y descansada, sino también parecerás más joven porque tus cñelulas se habrán regenerado mejor.
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