¿Es buena idea entrenar si aún tienes agujetas del día anterior?

De acuerdo, te has venido arriba con tu sesión de entrenamiento o has probado una nueva rutina y, sorpresa, aquí están las agujetas dispuestas a acompañarte el resto de la semana. Seguramente ya conoces unos cuantos trucos para combatirlas e incluso algunos para prevenirlas. Pero tu verdadera duda es si tienes que seguir entrenando como si nada o si debes descansar hasta que pase el dolor.

Lo primero que debes tener en cuenta es que no todos los dolores musculares post ejercicio son iguales. De hecho, hay signos a los que debes permanecer alerta, como que el dolor dure más de tres días o tu orina cambie de calor, porque eso indica que no son unas agujetas normales y corrientes y deberías consultar con el médico.

Normalmente de los entrenamientos de tipo aeróbico (como correr o nadar) nos recuperamos dejando descansar 24 horas a esos músulos, los de resistencia, exigen un parón de unos dos días, mientras que los entrenamientos de fuerza son los más difíciles y piden un periodo de recuperación más largo: si tus agujetas se deben a este tipo de ejercicios no los repitas hasta que hayan pasado, al menos, 48 horas (y si la rutina es muy exigente a lo mejor debes esperar a repetirla hasta 72-96 horas).

Estos descansos no significan que durante ese tiempo de recuperación de los músculos afectados por las agujetas no hagas nada de nada, sino que aproveches la oportunidad para hacer otro tipo de ejercicios que pongan en forma otras partes de tu cuerpo o ejerciten otros grupos musculares. Por ejemplo, si tu tren inferior está un poco perjudicado al día siguiente puedes hacer una sesión ligera de cardio y ejercicios de fuerza del tren superior.

Lo más importante es que si tienes agujetas en la siguiente sesión de ejercicio entrenes un grupo muscular diferente al que está dolorido. Y si lo que necesitas entrenar es precisamente los músculos que están comprometidos por las agujetas, el consejo es que realices un buen calentamiento previo con unos estiramientos apropiados, vigiles la hidratación antes, durante y después del entrenamiento y confecciones una variante del entrenamiento con el que apareció el dolor que sea menos exigente (por ejemplo, con pesas más livianas o haciendo menos repeticiones). Solo así te asegurarás de que tus músculos se recuperarán del esfuerzo.

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