El plan de Curtis; \u2018Amar es para siempre\u2019

QUÉ HA PASADO

• Los hermanos Ordóñez se unen contra su padre.

• Pelayo y su enemigo Manolo se enfrentan en las urnas.

• Marce cree que Manolín está robando a Marisol.

• Preparan un libro con los artículos de Julia.

Las votaciones a presidente de la Asociación de Vecinos de Chamberí se desarrollan con total normalidad en El Asturiano. También el recuento de papeletas se hace rápido y Benigna anuncia que el ganador es “¡Pelayo Gómez!”.

Con rabia, Manolo sale del bar acompañado de sus simpatizantes y, para sorpresa de los que se quedan, el tabernero cede su puesto a Sebas: “Lo hará mejor que yo. Es más joven”.

Finalmente, Luisita se ha decidido por Sebastián y este la besa en la plaza: “Eres la mujer más dulce que he conocido nunca. Te quiero”. Al regresar a casa, es Marce quien insinúa a su hija que se ha equivocado: “Fuiste muy feliz con Amelia”. Pero ella responde segura: “Eso es, papá: fui, en pasado”.

Marisol recibe una visita inesperada de Londres. Su amigo Richard se presenta insistiendo en que tiene que llevarle de fiesta: “¿He venido a Madrid a verte y vas a tenerme en casa todo el día?”. Consciente del peligro que supone salir para su recuperación, la chica se niega: “Solo puedo quedar a tomar un café”. A su lado, Manolín la escucha y la felicita, proponiéndole una solución a su problema: “Correr. Nos he apuntado a una carrera”.

Lourdes ha aceptado el puesto de pasante en el bufete y Guillermo se sincera con ella: “Tu padre también fue el culpable de la muerte de mi hermana”.

Cansado de que nadie lo crea, Curtis está dispuesto a jugar su última baza: se infiltrará en la organización de Sabela proponiéndose como proveedor de la droga. “¿No hay otra alternativa? Es muy peligroso”, se preocupa Sofía por su novio. “No. Necesito pruebas para que esa mujer acabe en la cárcel”, responde él

Como estrategia para quedar de héroe nacional y ganarse un puesto en política fácilmente, Ordóñez hace público su secuestro. “Daré pena y me votarán”, explica a Irene, que sigue dándole su apoyo. Lourdes reprocha a su tía su actitud: “En realidad, no me extraña que estés con mi padre porque sois los dos igual de mezquinos”.

Por su parte, Marina mete la pata con Fede, pues desde la ruptura lo ignora a pesar de que se le ve fatal. Cuando coinciden, este le cuenta el verdadero motivo de su mal aspecto: “Mi madre ha sufrido una embolia. Es la única persona que tengo en el mundo”. Luego, él pide a Irene doblar su jornada de trabajo: “Necesito una casa adaptada para mi madre”.

Esa tarde, Curtis se reúne con Sabela y le pregunta por los envíos que le realizan por la noche y le habla claro: “Vender anfetaminas es mejor con poca luz”. Cuando ella se altera y lo amenaza “por ensuciar su nombre”, este le propone aliarse. “Yo también quiero dinero rápido y fácil. Me gustaría formar parte de ese lucrativo negocio que diriges”, asegura.

Ante la decisión de su hija, Marcelino hace un esfuerzo por aceptar a Sebastián y se van a tomar algo. “Lo hemos pasado bomba y eso que el listón estaba alto”, comenta luego. A Luisita le molestan sus palabras: “¿Hasta cuándo vas a compararle con Amelia?”.

Precisamente, esta se encuentra muy mal e intenta retomar su relación con su exnovia: “Te prometo que será distinto”. No obstante, ella prefiere no sufrir otra vez: “Lo siento. Ha llegado el momento de separar nuestros caminos”.

En el despacho laboralista se produce una fuerte división de opiniones sobre un caso, lo que hace que Lourdes deje el puesto. Más tarde, cuenta a Mateo la verdad: “No me sentía a gusto. Era el sitio demamá”.

Como ve que no hay vuelta atrás, Sofía miente por amor y favorece el plan de Curtis: “Te apoyaré. Dime qué quieres que haga para que salga bien”.

También Marina cambia por completo su actitud con Fede y se ofrece a prestarle dinero: “Trabajar el doble solo podrás aguantarlo un par de semanas”. Mateo es testigo y se da cuenta de que entre ellos sigue habiendo algo más que amistad.

Galán se presenta en casa de los Ordóñez para pedir perdón a Lourdes por el suceso del otro día y le ruega que regrese. “La verdad es que me viene bien trabajar. Deja que lo piense”, responde. Después, se comporta como la cabeza de familia y castiga a Inma. “Relájate. Sé cuidarme yo solita. Por cierto, necesito dinero”, dice la benjamina.

Entre tanto, en el bufete, Cristina insta a Galán a que se centre: “Da la sensación de que estás pensando más en la marcha de Lourdes que en el trabajo”. El abogado lo niega.

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