El mejor chiste de los Goya 2020 lo ha hecho Ángeles González-Sinde: ¿Ministra de Cultura? ¡Qué vulgaridad!

Ángeles González-Sinde y Bob Pop salieron al escenario del Auditorio Martín Carpena de Málaga para entregar los dos premios Goya a mejor guión adaptado y mejor guión original. El primero fue a manos de Pedro Almodóvar por Dolor y gloria, mientras que el segundo lo obtuvo Benito Zambrano junto a los hermanos Pablo y Daniel Remón por Intemperie. Los discursos de agradecimiento de los ganadores, con un buen augurio al presidente Pedro Sánchez por parte de Almodóvar y una reivindicación de Pepa Flores –"los ojos más bonitos del cine español", dijo– pronunciada por Zambrano, venían precedidos de uno de los momentos más brillantes de la gala. La pareja de presentadores evocaban un guión imaginario que dos bailarines hacían realidad antes los ojos del público.

Más allá de la emoción, el diálogo que se produjo entre González-Sinde y el escritor y comentarista televisivo no estuvo exento de ironía. En un momento dado, bromearon con la posibilidad de aspirar a un ministerio de Cultura. "¿Un ministerio? ¡Qué cosa más vulgar!", aseguraba la mujer que tuvo esa cartera entre 2009 y 2011 en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Las cámaras de la retransmisión enfocaron al recién estrenado ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, aunque no captaron reacción alguna por su parte.

El paso por la política de González-Sinde no fue nada sencillo. Recibió muchas presiones y fue objeto de críticas y polémicas por su postura frente a la piratería. Una de las más inesperadas llegó precisamente desde la institución que había presidido: la Academia de Cine. Álex de la Iglesia, que entonces la presidía, quiso liderar una conversación con asociaciones de internautas que provocó una crisis en el seno de la industria. La directora y guionista quedó tan expuesta que pasó una larga temporada alejada del foco público. De hecho, prefirió escribir una novela, Después de Kim, antes que volver a colocarse detrás de las cámaras.

Su reaparición en los Goya tiene un valor especial. No sirve sólo para recordar que pertenece a esta comunidad de cineastas. También se produce cuando se acaba de cumplir un año del fallecimiento de su pareja, el editor Claudio López Lamadrid, que murió a los 59 años tras sufrir un infarto. Que Ángeles González-Sinde tenga ganas de reírse de sí misma y además entre los suyos es una excelente noticia.

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