Hay películas que por suerte y sin quererlo llegan en el momento perfecto y eso es lo que le ha pasado a El declive, una película de Netflix que muestra la peor cara del Ser humano o lo que puede llegar a pasar en el mundo si somos egoístas y no pensamos los unos en los otros durante periodos de cuarentena o confinamiento como los que estamos viviendo por el coronavirus.
El declive es una película de apenas hora y veinte minutos que hace que sea casi imposible aburrirte a pesar de algún defecto, pero lo importante es que es entretenida y te hace pensar en cómo debemos comportarnos en estos momentos.
Un hombre llamado Alain (Réal Bossé) tiene un canal de Youtube donde graba vídeos de supervivencia básica, y donde invita a su público a un campamento de preparación. Hasta allí llegarán un grupo de personas dispuestas a someterse al duro entrenamiento de Alain. Tras un accidente en pleno bosque, todo lo aprendido deberá ponerse en práctica si quieren salir con vida del entrenamiento.
Nos adentramos en el mundo de estos francocanadienses a través de Antoine (Guillaume Laurin), que deja a su mujer e hija atrás para ir al campamento (aunque en su introducción, en su casa, ambas parecen estar de acuerdo con sus ideas). Cada persona del equipo aporta una particular habilidad al equipo. Alain los lidera a través de una serie de ejercicios, que incluyen despellejar conejos (advertimos que bastante gráficamente) y construir bombas. Como era de imaginar, pronto las cosas salen mal.
Patrice Laliberté dirige esta propuesta que nos muestra a un grupo de personas entrenándose para ese terrible hecatombe que está por venir. Una crisis social, natural o un colapso económico, son sólo algunas de las posibilidades que barajan sus personajes protagonistas.
Las películas de la cuarentena
Netflix se ha convertido casi sin quererlo en el baúl donde podemos encontrarnos todas las caras de una posible pandemia o confinamiento. En Hogar, protagonizada por Javier Gutiérrez y Mario Casas la premisa es directa. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para recuperar ese ambiente que nos cobija y calma? Javier Muñoz (Javier Gutiérrez) es un publicitario de éxito que, tras un año en paro, debe abandonar con su familia su acomodado apartamento. Por una casualidad, recupera las llaves y se infiltra en la vida de los actuales propietarios, Ramón (Mario Casas) y Lara (Bruna Cusí), y así arrebatarles lo que cree que le pertenece.
El Hoyo se ha convertido en la película más vistas en todo el mundo desde que empezó el coronavirus y es una especie de experimento social. Es una construcción similar a una cárcel dividida en un número desconocido de niveles. En cada uno de ellos viven personas como Goreng, Imoguiri o Trimagasi. En el centro, una plataforma baja la comida. De este modo, los miembros de cada estrato se alimentan con lo que deja el del superior y deciden lo que queda para el del inferior. La supervivencia de cada uno dependerá de saber si son de los que piensan demasiado cuando están arriba o de los que no tienen agallas cuando están abajo.
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