Green Point, Nueva York. El oasis verde junto al East River: Al norte de Brooklyn, la pequeña Polonia atrae a jóvenes en busca de una vida tranquila con sus huertos en las azoteas y el parque Transmitter frente al skyline de Manhattan. Pasea por las tiendas de Franklin Ave si buscas moda sostenible: Wolves Within (Franklin Ave, 174), Alter (140), decoración en Home of the Brave (146), muebles en Adaptations (109), o los tesoros vintage de Beacons Closet y Seven Wonders Vintage (Norman Ave, 73).
Palermo, Buenos Aires. El barrio de las letras: Con avenidas anchas, edificios bajos y calles adoquinadas y arboladas, es el más grande de los 48 barrios de la capital. Un caleidoscopio de creatividad en cada esquina con street art y patios de vecinos convertidos en librerías-café, como Eterna Cadencia (Honduras, 5574) o Del Pasaje (Thames, 1762). Tiendas de toda la vida y bares con letreros de neón conviven con multiespacios alrededor de la plaza Cortázar o Serrano. Local Support (Gorriti, 5045) enamora por su café, galería de arte y ropa alternativa. Descubre el jazz bar tras el restaurante Nicky NY Sushi (Malabia, 1774), las recetas clásicas del Preferido de Palermo (J. L. Borges, 2018) y las noches musicales de Temple Bar (Costa Rica, 4677).
Pigneto, Roma. Neorrealismo alternativo: El que fuera el barrio deprimido y obrero que retrató Rossellini en Roma, ciudad abierta (1945) hoy es un entorno dinámico y libre de turistas, con mercadillos de flores y frutas. Descubre locales de ropa y accesorios únicos como Ex Merceria (Via del Pigneto, 57), Blue factory (Via Fanfulla da Lodi,64) y Mademoiselle, (Alberto de Giusano, 62), y disfruta de las albóndigas caseras y los cócteles en Viveri (Pigneto, 91) con los mejores DJ de la ciudad. En esa avenida, la librería feminista Tuba Bazar (39) y la galería Li.Boh (52), así como el recuperado Nuovo Cinema Aquila (Via l’Aquila, 66), lo convierten en epicentro alternativo.
Norerebro, Copenhague. Foodies y tiendas de autor: Recorrer estos barrios en bicicleta te contagiará la atmósfera hygge (cómoda y relajada) para integrarte en este microcosmos, paraíso de comidistas, artistas y ecologistas. Anticuarios y puestos de fruta y verdura de los emigrantes árabes y orientales conviven con restaurantes cosmopolitas en el mercado de Thornhalle y tiendas de autor en la calle de Jaeggersborggade; las joyas únicas de Lady Fingers (4), los diseños de algodón de Tricotage (15), las delicias de chocolate de Ro (25) y la cerámica de Uh La La (Jagtvej, 29C).
Brixton, Londres. Cultura (brit)pop: Foco musical de la capital y de las nuevas tendencias, próximo a la estación Victoria en el sur londinense, Pop Brixton (Brixton Station Rd, 49) reúne más de un centenar de comercios indies con productos orgánicos, objetos de diseño, antigüedades… Prendas vintage en Make Do and Mend, arte innovador en Studio 73, o cine alternativo en Ritzy Cinema. Música en vivo en Phonox (Brixton Rd, 418) y Academy (Stockwell Rd, 211), aunque la música vive en la calle. Igual que su comida: jamaicana en Negril (Brixton Hill, 132) y en Shhh (Coldharbour Lane, 424) hamburguesas artesanas.
Karlín, Praga. Edificios inspiradores: Conocido como el Distrito 8, al norte de la capital y a orillas del río Moldova, este antiguo barrio obrero e industrial destaca por su amalgama de edificios art decó, palacios, estudios de artistas y el deslumbrante espacio multifuncional y cultural Forum Karlín (Pernerova, 51), que incluye el restaurante Eska con estrella Michelín, o Corso Karlín, un rompedor edificio de oficinas de Ricardo Bofill. Imperdibles: la plaza Lyckovo Namesti y la calle Krizikova con concept stores; la peluquería bio de Tenpocit (477); la terraza del restaurante Garage (134) y los desayunos de Muj Salek Kavi (386). Cruzando el río impacta DOX (Poupetova, 1), una inmensa nave industrial reconvertida en centro de arte contemporáneo.
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