Esta pamplonica de 42 años, presenta cada domingo “Liarla Pardo” y colabora en “El Hormiguero” dos veces por semana. La periodista habla sin ambages de cómo está llevando el confinamiento, nos aconseja sobre sus trucos para superar el aburrimiento y cómo ve el día después.
Durante dos décadas como periodista ha pasado por los micrófonos de COPE y Cadena Ser, formó parte de ‘La Sexta Noticias’, conquistó a la audiencia de ‘Al Rojo Vivo’, colabora en ‘El hormiguero’, ha dado las campanadas y desde 2018 está al mando de ‘Liarla Pardo’..
¿En algún momento, cuando diste las campanadas del 2020 junto a Iñaki López, podías imaginar que este año se complicaría tanto?
Obviamente no. Ni yo ni casi nadie. Como mucho pensábamos que a lo mejor teníamos que ir a votar cinco o seis veces, pero nunca esto.
El equipo de Liarla Pardo ha decidido cantar también ‘Resistiré’. ¿Cómo estás llevando personalmente la cuarentena?
Lo estoy llevando bien porque, dentro de todo soy una privilegiada. Hice una mudanza justo antes de decretarse el estado de alarma y los primeros días estuve muy atareada deshaciendo cajas y pude ordenar todo mucho más rápido que si hubiera tenido un ritmo de vida normal.
Además tengo la suerte de poder ir un par de días a la semana a “El hormiguero”, que nos desestresa mucho a todos y el domingo, seguir presentando “Liarla Pardo”. Además, a mí me gusta estar en casa y también leer. Estoy haciendo cosas que antes no hacía, por ejemplo, me tomo un poco más de tiempo para cocinar, echo la siesta todos los días porque madrugo muchísimo…En fin, que no me aburro.
¿Qué medidas preventivas tomáis en el programa?
Durante la semana no va nadie a plató, todos trabajamos desde casa y el domingo hay un equipo muy reducido. Nuestra redacción tiene guantes, gel desinfectante y yo llevo una mascarilla que me ha hecho mi madre. Mantenemos toda la seguridad que podemos. De todo esto me he quedado que, en el día a día, tienes que actuar como si todo el mundo tuviera coronavirus; de esa manera no te relajas e intentas mantener la distancia de seguridad en todo momento.
-¿Y en “El hormiguero”? Porque ése es un programa complicado de hacer en diferido.
El programa se sigue haciendo en directo. De hecho vamos el equipo con Pablo Motos a la cabeza y los colaboradores que acudimos el día que nos toca: Marron, El Monaguillo, Luis Piedrahita, Yibing, las hormigas Trancas y Barrancas y yo. Pablo tiene mucho mérito porque está haciendo el programa con mucha menos gente, tanto en redacción como en plató y está consiguiendo una audiencia increíble.
Parece difícil mantener el buen humor en estas circunstancias…
¡Es muy difícil! Cuando se ve el programa, tan distendido, parece que a la gente de la tele no le afecta el coronavirus pero, obviamente, en el programa trabaja gente que tiene familiares enfermos del Covid 19, pero vas allí y haces de tripas corazón. Y aunque ópticamente parece que estemos más juntos, guardamos escrupulosamente las medidas de seguridad.
¿Tienes miedo del contagio?
La verdad es que no. Debo tener un sistema inmunitario bueno porque no recuerdo haber cogido nunca una gripe. Ni siquiera faltaba al colegio de pequeña por estar enferma. También es verdad que mi madre era pediatra y al primer síntoma, nos lo cortaba de raíz. Creo que sólo he faltado a trabajar una vez en mi vida porque tuve una hernia en el cuello. Por mí no tengo miedo, pero sí por mi familia o porque pueda contagiar a una persona que tenga peor salud a priori. Por eso trato de actuar muy prudentemente.
¿Tienes a alguien cercano que sea persona de riesgo?
Sí. Tengo un hermano más pequeño que sufrió un infarto el pasado mes de febrero. Eso hizo que mis padres estuvieran muy recogidos cuando se supone que el virus se estaba expandiendo sin control. Ellos también me preocupan aunque no son muy mayores, pero ambos están por encima de los 70 años.
Estos días no puedes salir de Madrid para ver a tu familia.
Mis padres son de Aragón, de Zaragoza mi padre y mi madre de Teruel, pero ellos viven en Pamplona. Para paliar la ausencia de mis hermanos y mía, que vivimos todos fuera, nos hemos puesto de acuerdo para hacer una videollamada cada día a las 13 horas. Siempre hemos estado unidos, pero ahora, todavía más si cabe.
Hablemos de política. ¿Es hora de criticar al gobierno o ahora debe primar la unidad por encima de todo?
Parto de la base de que ningún político quiere que se le mueran los ciudadanos y quiero creer que el gobierno está intentando gestionar la situación lo mejor posible. Dicho esto, la crítica constructiva me parece muy bien; es más, creo que Pedro Sánchez debería escuchar más a la oposición y a los empresarios. Cuantas más personas debaten sobre una situación como la que estamos padeciendo, más posibilidades hay de que salgan buenas ideas. No creo que haya que anteponer la ideología a la resolución de la situación que vivimos. Y cuando todo esto pase, vamos a vivir una crisis política muy grande porque si ahora que hay tantos muertos, los políticos son incapaces de ponerse de acuerdo, no quiero ni imaginar qué pasará cuando la pandemia aminore.
¿Cuajarán unos nuevos pactos de la Moncloa?
En los pactos de la Moncloa estaban todos los partidos con más representación, pero ahora no veo que Vox pueda entenderse con Podemos ni viceversa y que en materia económica puedahaber un acuerdo importante entre las izquierdas y las derechas. A día de hoy veo muy complicado que se pongan de acuerdo en un mínimo.
¿Te atreves a vaticinar cómo será el día después del coronavirus?
Sería bueno que mantuviéramos costumbres que hemos adquirido estos días, como lavarse las manos a menudo. Es lógico que los primeros tiempos andemos con prevención, marcando distancias de seguridad, pero no creo que a la larga vayamos a hacer un cambio de costumbres. No creo que dejemos de tocarnos y achucharnos. Lo que más me preocupa del día después es el duelo de las familias que han perdido a seres queridos. Ahora no pueden hacer ese duelo en condiciones y cuando todo esto pase, tendrán preguntas y querrán respuestas. Eso será lo que acaparará la atención de todos el día después.
Hay quien dice que una vez que salgamos iremos a unas elecciones generales. ¿Tú cómo ves el panorama político?
No me atrevería a vaticinar tanto, aunque tampoco lo descarto. Los políticos convocan elecciones cuando creen que las pueden ganar y en estos momentos en plena crisis, no tengo nada claro que Pedro Sánchez pudiera mejorar sus resultados. Otra cosa es cómo se resuelva todo.
¿A qué político te gustaría coger por tu cuenta después de esto y darle uno de tus zascas?
A varios. Ya es hora de que se pongan de acuerdo en algo, más allá de alargar la prórroga del estado de alarma. ¿A qué circunstancias debemos llegar para que sean capaces de unirse?
En la tele apareces bastante seria con un punto irónico, pero en las redes sociales te muestras como una mujer divertida, emotiva, que sube fotos de pequeña en el pueblo de Maella….¿Hay dos Cristina Pardo?
Yo hago lo que me sale en cada momento. Hay veces que cuando toco temas de actualidad me pongo más seria, pero siempre que puedo, aprovecho para estar más desenfadada. De todas formas, hubo un tiempo en que se confundía ser una chica risueña con la frivolidad o la falta de rigor.
¿Qué consejos sigues para llevar bien el confinamiento?
Además de leer y cocinar más, veo series, practico juegos de mesa, hago gimnasia…Últimamente hacía fitboxing, pero no tengo saco al que golpear en casa, así que estoy haciendo gimnasia de estar por casa.
¿Qué aficiones vas a retomar cuando todo esto acabe?
El boxeo, juntarme con mis amigos y tomarme unas cervecitas en una terraza, viajar…Lo que todos queremos hacer fuera de casa.
¿Vas a volver a repetir el Camino de Santiago?
Lo hice una vez en bici, de Astorga a Santiago, pero no descarto volver a hacerlo.
¿Y a escribir un nuevo libro?
Me encantaría escribir una novela negra, pero cuanto más leo, más insignificante y más limitada me siento. Mi padre, que es médico, sí ha escrito un libro sobre un suceso que pasó en su pueblo (Maella, Zaragoza) y está viendo a ver si se publica.
¿Alguna promesa sin cumplir que estás deseando llevar a cabo?
Más que promesa es un deseo: ir a ver más a mis padres. Y otra cosa familiar: cada verano quedamos toda la familia paterna en el pueblo, pero los últimos años estábamos perezosos para organizar algo. Ahora ya hemos quedado para juntarnos este año y me gustaría que no lo dejásemos correr y lo cumpliéramos cada año.
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