- Calma, honestidad y buenas fuentes de información son claves para explicar a los más pequeños con seriedad pero sin alertar.
- Es fundamental que los niños sientan que están en un espacio seguro para poder preguntar todas las dudas que necesiten.
Se ha calculado que cerca de 10 millones de alumnos desde las guarderías hasta la universidad y la FP están estos días sin clase, por el cierre de las aulas derivados del brote de coronavirus. Los mayores son conscientes de la gravedad de la situación, pero a los más pequeños es posible que se les haga una situación muy difícil de entender.
No ir a clase; no ver a sus amigos del barrio; no visitar a sus abuelos, tíos o primos; no seguir con sus rutinas habituales; ver cómo quizá alguno de los habitantes de su hogar tiene que entrar en cuarentena y aislarse del resto de los familiares; lavarse las manos cientos de veces al día…
El Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ha ofrecido unas sencillas pautas para explicar el COVID-19 a niños de entre 4 y 10 años que, según ellos, «en edades más tempranas la idea es más abstracta y requiere de una adaptación más sencilla.A partir de los 10 años comprenden conceptos más complejos».
Los psicólogos insisten en que la información que debemos proporcionar a nuestros pequeños tiene que ir más allá de las medidas de higiene y prevención y abordar con ellos los datos necesarios, siempre adaptados, para que entiendan la situación, además de reducir momentos de alarma que les puedan preocupar. ¿Cómo hacerlo correctamente?
1) Informar
- Acudir a fuentes oficiales y buscar información contrastada en el Ministerio de Sanidad, Biblioteca virtual de la salud, Organización Mundial de la Salud, etc.
- ‘Rosa contra el virus’, cuentos de la editorial Sentir, nos ayudarán a explicar la situación a los pequeños. Son descargables gratuitamente aquí.
- Preguntarles qué información tienen, cuáles son sus dudas o temores y detectar posible información falsa que posean o que hayan malinterpretado.
- Aclararle esas dudas siempre de forma sencilla y transmitiendo calma y seguridad.
- No esperes a que te pregunten para hablarlo con ellos.
- Ser sinceros en que es un virus peligroso porque se contagia rápido y por eso hay que protegerse bien.
- Contar cuáles son los síntomas más frecuentes: fiebre, tos y sensación de falta de aire.
- Explicarle que la mayoría de los enfermos se recuperan (80%), pero los mayores son los más débiles y los que se tienen que proteger más del virus.
- Darle seguridad explicando que hay sanitarios y científicos trabajando para curar el virus, encontrar sus mecanismos y hallar una vacuna.
2) Explicar
- No ignores ninguno de sus miedos y dudas. Si no se lo explicas bien, recurrirán a fantasías para completar sus desconocimientos.
- Usa un lenguaje adaptado a su edad y sus conocimientos.
- Habla con ellos sobre el tema con frecuencia y normalidad, pero sin saturarles con demasiados datos. No des largas explicaciones
- Busca un espacio de encuentro para charlar donde estén tranquilos; que sientan la seguridad de poder entender, expresarse y preguntar.
- Evita aludir a los que están muy enfermos o han fallecido.
- Transmitirles que pueden confiar en nosotros y preguntarte lo que sea. Y si te hacen una pregunta para la que no tienes respuesta, no te la inventes; intentad buscar solución juntos.
- Usad dibujos o representaciones gráficas sencillas para explicar cómo se produce el contagio.
3) Proteger
- Hay que lavarse las manos entre 40 y 60 segundos, lo que equivale a cantar dos veces el ‘Cumpleaños feliz’, decir una tabla de multiplicar o contar de 1 al 20 o al revés. Siempre frotándose con fuerza en la superficie y ambos lados.
- Recordar que, si tosen o estornudan, deben cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable que hay que tirar a la basura.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca. Como esto es muy complicado, lo podéis plantear “como un juego en el que pierde un punto quien lo haga”.
- No tener contacto físico con otros niños u otras personas, aunque quiera mucho. Será solo por un tiempo corto.
- Darles la confianza para que te cuenten si no se encuentran bien físicamente o hay algo que les preocupe.
- Explicar que esta situación sanitaria no puede provocar casos de discriminación o racismo. Es una enfermedad que no entiende de color, raza o ideología.
Y los padres, ¿qué hacemos?
- Además de seguir las recomendaciones anteriores:
- Manejar la calma y el estrés ante esta situación. Aquí tienes unos consejos.
- Tener cuidado con nuestras conversaciones; los niños nos oyen y pueden percibir miedo.
- No alarmarse; hay que ser realista, la inmensa mayoría de las personas se están curando.
- Evitarles información que les pueda generar malestar y preocupación innecesarios. Y vigilar que naveguen por internet buscando información no adecuada.
- Dar seguridad sobre el estado de los ancianos, explicando a los niños que saben cuidarse. Una videollamada con ellos les ayudará a quedarse más tranquilos.
No van al colegio y están insoportables, ¿qué hago?
- Es normal; han perdido su rutina habitual y para los más pequeños es muy importante mantener esa rutina que les centre en el día a día. Esto es lo que puedes hacer para no enloquecer… todos.
- Mantener los horarios y costumbres habituales, evitando lo máximo posible que el coronavirus altere el orden, estructura y seguridad que dan las rutinas.
- Sacar tiempo para hacer algo de deporte en casa… y también para el aburrimiento.
- Intentar establecer un hábito de horario, tareas y responsabilidad según su edad en el que se incluya un tiempo dedicado a leer, a estudiar y a la estimulación intelectual.
- Diferenciar entre las rutinas de los días laborables y del fin de semana.
- Intentar conciliar la vida familiar y laboral.
- Aprovechar esta situación para pasar más tiempo de disfrute y ocio en familia.
Vía: ELLE ES
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