Pedro Sánchez ha dado negativo en coronavirus, pero estará en cuarentena hasta el día de Nochebuena. Lo ha anunciado Moncloa tras conocerse el positivo de Emmanuel Macron, con quien el presidente español se vio el lunes 14 de diciembre con motivo del 60º aniversario de la OCDE. También se ha sabido que el presidente seguirá trabajando desde casa, pero en caso de que fuera necesario, sería la vicepresidenta primera Carmen Calvo la encargada de sustituirlo. No sólo por ser la segunda en la cadena de mando, también porque es la responsable del Ministerio de Presidencia.
La confianza que el mandatario ha ido depositando en Calvo en los últimos tiempos es más que evidente. No sólo al nombrarla vicepresidenta primera a principios de año cuando se formó el gobierno de coalición con Unidas – Podemos, también por el tipo de encargos, siempre de calado,que ha ido asignándole. Entre ellos y como ministra responsable de Memoria Democrática, el despliegue y la reforma de la Ley de Memoria Histórica, que incluyó la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco. En verano, cuando Sánchez se tomó unos días de vacaciones, fue la cordobesa la encargada de quedarse al frente del Ejecutivo.
Entre esas tareas especiales que ha tenido hay una que comparte con el resto de vicepresidentas: mantener a raya a Pablo Iglesias. La última prueba, que Calvo haya sido la escogida para coordinar la crisis migratoria que vive Canarias cuando la inmigración es uno de los asuntos clave de la Agenda 2030, responsabilidad del vicepresidente Iglesias. Así reza en los Objetivos del Milenio incluidos en dicha Agenda: “La migración no es un ‘problema de desarrollo’ que haya de resolverse, sino un mecanismo que puede contribuir al logro de muchos de los Objetivos". Al frente de esta crisis migratoria, sin embargo, Sánchez ha colocado a Calvo, quien coordina la presencia de los ministros José Luis Ábalos yJosé Luis Escrivá –Transportes y Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, respectivamente–, así como el viaje del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a Marruecos y el de Arancha González Laya, Exteriores, a Senegal.
Competencia desleal
No ha habido quejas explícitas de Unidas-Podemos por la formación de ese "minigobierno" que se encargará de un tema que compete directamente a Iglesias. Pero sí las hubo cuando acusaron a Calvo de escatimarles información con el caso del rey emérito: "En el futuro, no puede volver a pasar, no se nos puede no hacer partícipes. Nos sentimos con legitimidad de salir a criticar", declaró molesto Jaume Asens, presidente del Grupo Parlamentario de Podemos tras conocerse la salida de España de Juan Carlos I y enterarse de que Sánchez ya estaba al corriente. Y a pesar de ser colegas en el Ejecutivo,pidieron a Calvo públicamente que compareciera en el Congreso de los Diputados a dar explicaciones.
Una rivalidad parecida muestra Iglesias con Nadia Calviño, pero con Calvo el enfrentamiento está más relacionado con las cuotas de poder y además, también ha salipicado a Irene Montero, ministra de Igualdad. El choque entre ambas a cuenta de las cuestiones feministas es el ejemplo que más escuece en ambas filas. Como explicó Eldiario.es en su día, la aprobación de la Ley de Libertades Sexuales –donde hubo tensiones incluso en el Consejo de Ministros porque Calvo habría dado documentación distinta a socialistas y morados– sólo fue la explosión de una pugna que se gestó en la misma formación de la coalición, pues a Calvo –feminista declarada y combativa– no le sentó bien que dieran las competencias sobre feminismo a Unidas – Podemos.
¿Estrategia o despiste?
Un miembro del PSOE de Andalucía que trató a Calvo en los años que fue consejera de Cultura de la Junta cree que la confianza de Sánchez tiene que ver con la fidelidad. "No se entiende sin ella que Sánchez volviera a la política", cuenta en referencia al hecho de que Calvo, que ya había dado un paso atrás en política y se dedicaba a la docencia, volviera a la primera línea para ayudar al madrileño a recabar los apoyos que necesitaba para presentar una candidatura que ha acabado convirtiéndolo en presidente del Gobierno.
Por otro lado, esa misma fuente, así como algunos periodistas consultados que cubrieron los años en los que Calvo estuvo activa en Andalucía, apuntan a algo que algunos llaman "desastre" y otros prefieren denominar "despiste" en lo que se refiere a su gestión de los asuntos cotidianos o la coordinación de equipos. Algunos creen incluso que más que una estrategia, esa también podría ser la causa de aquellas carpetas distintas entregadas a los ministros sobre la Ley de Libertades Sexuales. "O una mezcla de ambas cosas", concluye el socialista que la conoció en la Junta.
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