Ellie, una estudiante asiática de sobresaliente, como una Cyrano de Bergerac contemporánea, decide ayudar al cachas del instituto a conquistar a una chica. El problema llega cuando Ellie se da cuenta de que también ella se siente atraída por la misma chica.
Este es el argumento de «Conquista a medias», la comedia-drama adolescente que ha estrenado Netflix este mes de mayo. Y la historia tiene mucho que ver con la propia experiencia vital de Alice Wu, la casi desconocida directora del filme. Mujer, asiática, inmigrante de segunda generación y lesbiana, Wu ha decidido contar historias desde un punto de vista poco transitado en Hollywood. Su propio punto de vista. «Soy una lesbiana asiática. Soy una inmigrante. Siento que eso es tan estadounidense como cualquier otra cosa», ha dicho la realizadora.
Pero, ¿quién es Alice Wu? Nacida en San José (Californa) hace 50 años, de padres taiwaneses, Wu estudió Ingeniería Informática nada menos que en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una de las universidades más prestigiosas del mundo. Incluso trabajó como desarrolladora de software para Microsoft en Seattle. Como hija de inmigrantes, eligió una carrera que le diera estabilidad. Pero el trabajo era tedioso y, dejando volar su imaginación, Wu empezó a escribir una novela. Era finales de la década de 1990.
A partir de ese momento, como en las películas, su vida dio un giro de guión inesperado. Pronto se dio cuenta de que la historia que estaba escribiendo podría adaptarse perfectamente al lenguaje cinematográfico, así que decidió hacer un curso de guión. Alentada por su profesor, Wu lo dejó todo para hacer cine. «La decisión parece muy fácil ahora porque el filme ya está hecho, pero en ese momento me atormentaba», ha asegurado la cineasta.
Wu se dio un plazo de cinco años para sacar su película adelante… y lo consiguió. Después de rodar un par de cortos, su primer largometraje, «Guardando las apariencias», estrenado en 2004, tuvo como productor nada menos que a Will Smith.
«Soy una lesbiana asiática. Soy una inmigrante. Siento que eso es tan estadounidense como cualquier otra cosa»
La película cuenta la historia de Wil, una joven cirujana de Nueva York de ascendencia asiática que lleva una doble vida. Criada en la comunidad de inmigrantes asiáticos de Flushing (Queens), debe aguantar cada semana a los pretendientes masculinos que le presenta su madre viuda. Sin embargo, en paralelo mantiene una relación con una bailarina. En esta primera película, Wu volcó parte de su propia experiencia vital: la homosexualidad frente a los condicionantes culturales.
La película tuvo buenas críticas, pero una discreta repercusión. Después de este primer largometraje, a Alice Wu se le tragó la tierra. En realidad, como ella misma ha contado, tuvo que volver a San Francisco para cuidar de su madre enferma. De nuevo, lo dejó todo. «Pensé que había dejado la industria por completo», ha dicho Wu. Felizmente, su madre se recuperó con el paso del tiempo y la cineasta volvió a escribir. El resultado, 15 años después, es «Conquista a medias». Esperemos que no tenga que pasar tanto tiempo para disfrutar de otra película suya.
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