Alicia Asín: así nos ayuda el internet de las cosas en la lucha contra el coronavirus

Alicia Asín (Zaragoza, 1982) lidera una start-up pionera en el internet de las cosas, Libelium, que no ha parado de crecer desde que, con solo 24 años, la fundara con su socio, David Gascón, y 3.000 €. Los sensores inalámbricos que fabrican en Zaragoza permiten detectar variables para transformarlas en datos que se almacenar y analizan. Su tecnología se ha desplegado en cráteres de volcanes para predecir su erupción; ha medido los niveles de radiación en Fukushima (Japón) tras el accidente nuclear; ha ayudado a controlar el nivel de estrés de los koalas por los incendios forestales en Australia; y ha examinado el impacto de las tormentas solares en la Tierra, en un proyecto con la NASA, entre otros estudios. Y ahora esos mismos sensores son una de las claves para la era post-coronavirus.

Mujerhoy ¿Qué es en realidad el internet de las cosas?

Alicia Asín Colocamos sensores en cualquier objeto –desde un semáforo a un termostato o un viñedo– para conectarlos a internet; conectamos el mundo físico y el digital. Eso permite tener una cantidad increíble de información de estos elementos para actuar sobre ellos.

M.H. Usted trabaja en la aplicación de esta tecnología a las smart cities [ciudades inteligentes]. Tras la crisis del coronavirus, ¿permitirá que las ciudades sean más seguras?

A. Asín Las smart cities lo son si se comunican de forma eficaz con sus ciudadanos en cualquier situación, pandemias incluidas. En este sentido el control de aforos supone una información esencial, no solo al llegar a los establecimientos sino antes de salir de casa. Si tengo que ir al supermercado, quiero saber en cuál de los que tengo cerca entraré sin hacer cola.

M.H. ¿También para controlar la contaminación?

A. Asín Si debo coger el coche, ahora que aumentan los desplazamientos, necesito saber más que nunca si podré aparcar en mi destino. Y eso puede reducir las emisiones de CO2.

Las medidas de seguridad que den control van a quedarse».

M.H. ¿Qué soluciones han sido más demandadas durante la crisis? ¿Cuáles lo serán en el futuro?

A. Asín Ahora, las relacionadas con detección de fiebre y el control de aforos, porque apoyan la recuperación de la confianza en la desescalada. Ante la incertidumbre, hay que reforzar las medidas de control, para frenar los contagios y crear sensación de seguridad. Creo que estas medidas se quedarán, redefiniendo la prevención de riesgos en las empresas. La segunda parte llegará cuando tengamos que afrontar la crisis económica: la digitalización será esencial para recuperar competitividad.

M.H. ¿Y puede esta tecnología afectar al empleo?

A. Asín Hay un terror infundado porque los avances tecnológicos siempre han generado más empleos de los que destruyen. El progreso siempre se ha abierto paso. Otro aspecto es asegurar que esos empleos sean de calidad.

M.H. Libelium trabaja desde Zaragoza en más de 120 países. ¿Su tecnología puede contribuir a nuevos equilibrios entre el mundo rural y las grandes ciudades?

A. Asín Uno de los mercados que se está dando cuenta de que tiene que tecnificarse mucho más es el agroalimentario. Podemos telecontrolar explotaciones ganaderas o agrícolas e incrementar su competitividad. En lo que se refiere a desastres naturales, el internet de las cosas se aplica ya en la monitorización de los cauces de los ríos, para gestionar alertas cuando van a desbordarse, o para detectar incendios forestales.

M.H. ¿Y respecto a otros desafíos del planeta relacionados con el aumento de la población, como el acceso al agua potable o a la comida?

A. Asín Con la agricultura de precisión, se puede disminuir la cantidad de agua necesaria para regar un 20-30% y mejorar la productividad. En cuanto al agua, participamos en un proyecto en Alaska para medir el impacto de una fuga de gas natural en un hábitat protegido de belugas. Y en Vietnam, monitorizamos el agua en piscifactorías de panga.

M.H. ¿Los datos ofrecidos por el internet de las cosas pueden garantizar una mayor transparencia de las administraciones?

A. Asín Necesitamos más comunicación a los ciudadanos y mayor justificación del impacto que tienen sus esfuerzos. Si no puedo coger el coche y debo reorganizar la logística familiar, que nos digan los resultados. Se trata de trasladar los datos a unos indicadores de rendimiento y gestión de los equipos municipales. Cuando lleguemos a eso, conseguiremos una mejor democracia, más transparente. Y podremos tomar decisiones más informadas al elegir a nuestros gobernantes.

M.H. En una época en la que la verdad parece más débil y crecen los bulos…

A. Asín Nunca como ahora ha sido tan necesario tener un espíritu crítico y lo bueno es que tenemos las herramientas de los datos. No nos pueden dar gato por liebre. Es necesario exigir a nuestros gobernantes que nos den la información en contexto para poder entenderla.

M.H. ¿De qué va a depender que reaccionen en ese sentido?

A. Asín En un escenario cada vez más fragmentado, no hay otra solución que discutir desde los datos y no tanto la ideología… La contaminación es medible, no tiene que ver con ser de izquierdas o de derechas.

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