Accidente provocado; \u2018Que te perdone Dios\u2018

QUÉ HA PASADO

  • Macaria roba a Abigail.
  • Fausto trata de ahogar a Diana en el río.

    Siguiendo las órdenes de Fausto, Lucio cambia el caballo manso de Patricio por uno bravo. Cuando este sale a dar un paseo por la orilla del río con Renata, el animal se descontrola y el médico se fractura una pierna en la caída. Pero no todo son malas noticias ya que de regreso a la hacienda, Mateo anuncia que estudiará una especialidad para poder operar a Renata: “Pronto volverás a ver”.

    Abigail descubre que le robaron el dinero que le dio Amanda y se ve obligada a pedir un préstamo al banco para poder pagar a los trabajadores. Patricio decide adelantar su vuelta a la ciudad, pero antes se declara a Renata: “Me enamoré profundamente de ti”.

    Fausto, por su parte, visita a Diana y se besan de manera apasionada. Cuando están a punto de entrar en la habitación para culminar su encuentro, Mateo llega a la hacienda y Teodora lo deja entrar con la intención de que los descubra. Por suerte, la rápida actuación de Mía, que se lanza a los labios de López-Guerra, lo evita.

    Renata es forzada por su marido

    Como Renata se niega a cumplir su deseo de tener un hijo, su esposo la leva a las caballerizas y la viola. Pasado un tiempo, Macaria aparece por allí y, al ver a la mujer tirada, la ayuda y la lleva de regreso a casa. A mitad de camino a su viaje a Santa Rosa, el padre Francisco tiene un problema con su coche y busca ayuda. Así, se dirige al río al escuchar voces y se sorprende al ver a Diana y Fausto haciendo el amor. “Le daré todo lo que quiera con tal de que no abra la boca”, sugiere él, pero el religioso se niega.

    Totalmente fuera de sí, Fausto acaba confesando todos sus crímenes: “Yo disparé a Pablo, ordené la muerte de Gerardo, mi propio hermano, y Renata perdió la vista por mi culpa”. Horas más tarde, exige a Lucio que corte los frenos del coche del padre Francisco y este sufre un fatídico accidente. No contento con esto, el hacendado trata de tirar a Constanza por las escaleras. Solo la llegada de Abigail lo detiene.


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