En su edición más atípica, la Mostra de Venecia no ha renunciado a una de sus señas de identidad: la elegancia de su alfombra roja, que nunca defrauda. Y ayer quien brilló con luz propia fue la actriz británica Tilda Swinton. Protagonista del último trabajo de Pedro Almodóvar, Tilda posó ante los fotógrafos con su habitual estilo y una sorpresa: una máscara dorada que se convirtió en el accesorio más espectacular de los que hemos visto en muchas ediciones.
La pieza en cuestión está diseñada por el artista James Merry: una escultura dorada inspirada en esqueletos de mantarraya, algas, orquídeas y las esculturas de peces que adornan las columnas del mercado de pescado de Rialto en Venecia. Una pieza de lo más especial con la que Swinton ha querido homenajear a la ciudad de los canales, haciendo un guiño también a las tradicionales máscaras venecianas, emblema de su popular carnaval.
Una máscara elevada a la categoría de arte que Tilda combinó con un espectacular vestido-abrigo blanco de Chanel, realizado en crepe de seda con encaje de guipur, y unos zapatos estilo victoriano en verde y azul.
Tal y como explicó la estilista Elizabeth Stewart en Instagram, la máscara dorada lucida por Tilda se convierte en un símbolo de «responsabilidad y cuidado». Es una de las piezas, junto con un vestido de la actriz australiana Cate Blanchett, que se subastará en Rad at Venice, un evento benéfico organizado para recaudar fondos para Facing History y ONU Mujeres.
Un precioso accesorio con un significado aún más especial que solo podíamos esperar de una actriz como Tilda Swinton, poseedora de un estilo único y capaz de sorprender siempre en cada una de sus apariciones.
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