Teresa Rabal: «Me siento muy abuela. Mis nietos me han venido en una época en la que estoy tranquila»

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    La vuelta de Teresa Rabal a la gran pantalla con ‘Tin&Tina’ es una buena noticia para todos aquellos que han seguido sus pasos desde que apareciera por primera vez en ‘Viridiana’, de Luis Buñuel, cuando apenas contaba nueve años. Hija de Paco Rabal y de Asunción Balaguer, de sus padres ha heredado el talento, el orgullo de pertenecer a una familia de grandes actores y el respeto a sus apellidos. Viuda del músico y compositor Luis Eduardo Rodrigo, Teresa vive en Collado Villalba, un pueblo de la sierra de Madrid, donde disfruta de la compañía de su hijo Luis, de su mujer y de sus nietos. Nos recibe en su casa, un piso luminoso, en el que se acumulan los recuerdos, las fotografías, los premios, donde no hay sitio para la añoranza ni el dolor, convencida de que la vida le ha dado una nueva oportunidad y nos cuenta qué ha supuesto para ella su vuelta al cine.

    «Me encanta volver a mis inicios con ‘Tin&Tina»

    «Estoy como niña con zapatos nuevos, porque he disfrutado una barbaridad en el rodaje de ‘Tin&Tina’, la ópera prima de Rubin Stein, que interpretan Milena Smit y Jaime Lorente. Me encanta haber vuelto a mis inicios, ya que hace tiempo que no voy a galas porque bastantes palizones me he metido en los años que estuve activa, quizá es por lo que estoy disfrutando de este momento. Hago de una monja de las antiguas, Sor Asunción, de las que decían que la letra con sangre entra», desvela.

    «Llevar el apellido Rabal Balaguer ha sido un incentivo para seguir mejorando»

    Teresa Rabal reconoce que, cada vez que le ofrezcan algo en el cine dirá que sí y asegura «a la música tengo mucho que agradecerle, pero los niños de ahora no saben quién soy ni lo que significó ‘Veo, Veo'», afirma. La actriz desvela que echa de menos a su padre, Paco Rabal. «Muchísimo, era el perfecto compañero… Como padre, era maravilloso, cuando llegaba a casa mi padre me sentía súper protegida, me sentaba encima de él y era un orgullo. Ha sido un excelente padre, me consentía más que mi madre, yo era un poco su ojito derecho, cuando nos reunimos mi hermano y yo, decimos lo mismo, qué suerte tener unos padres como los que hemos tenido» y recuerda con cariño su infancia. Además, habla si llevar el apellido Rabal-Balaguer le ha condicionado. «Las comparaciones te las van a hacer toda la vida, pero para mí no ha sido un handicap, todo lo contrario, ha sido un incentivo para seguir mejorando y seguir hacia adelante, y un orgullo tremendo» y desvela que sus hijos han seguido el camino artístico. «Son iguales que nosotros, respetuosos. Mi hijo es músico y técnico de sonido, y mi hija es directora de casting, se dedican a lo mismo, pero detrás de las cámaras», cuenta.

    Teresa Rabal recuerda con emoción la muerte de su marido Luis Eduardo Rodrigo. «Cayó enfermo dos años antes de morir, con una enfermedad pulmonar bastante complicada, iba con oxígeno, había fumado, pero lo había dejado. En plenas Navidades estuvo más de veinte días en coma, terrible. Cuando despertó tuvo que aprender a comer, a moverse, aguantó 2 años con oxígeno, y de repente no pudo más y se fue» y su enfermedad coincidió con su diagnóstico de cáncer de mama que, como otros famosos, logró superar. «Coincidió cuando él estaba enfermo, luego mi madre se cayó, se rompió la cadera. Todo fue muy seguido durante 4 años. El oncólogo me decía cuando me iba a dar la quimio, vienes siempre con una sonrisa, y qué iba a hacer. Quitaba importancia a lo que yo tenía. Fueron 4 años muy duros» y reconce que «Eduardo Rodrigo ha sido el gran amor de mi vida, hemos trabajado juntos, éramos muy felices. Cuando acabó todo, mis hijos me ayudaron mucho. Mi hijo Luis había comprado esta casa y me dijo, te vienes a vivir con nosotros, tú en la parte de arriba y nosotros en la de abajo. Eso me ha venido muy bien; yo pago la mitad de la hipoteca» y reconce que le ayuda tener a sus nietos cerca.

    «No llevo a mis nietos al circo porque para mí fue un momento durísimo»

    «Me siento muy abuela. Mis nietos me han venido en una época en la que estoy tranquila, y mis hijos en la época que trabajaba mucho. Aunque les he podido disfrutar porque los he llevado siempre conmigo, con los nietos es diferente, no tienes la responsabilidad de la educación», reconoce y cuenta por qué no lleva a sus hijos al circo. «Yo no llevo a mis nietos al circo porque para mí fue un momento durísimo. Es verdad que ganamos mucho dinero, fue un exitazo, pero por lo único que lo recuerdo bien es porque pude criar a mis hijos conmigo», dice.

    Su foto favorita

    «Eduardo era guapo, me enamoré rápidamente de él, fue un flechazo», dice Teresa Rabal de esta imagen con su marido.

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