Raquel Bollo tiene claro a quiénes ha echado más de menos durante la cuarentena por coronavirus. La colaboradora de televisión protagonizó uno de nuestros #encuentrosdiezminutos en nuestro perfil de Instagram donde nos habló de cómo está viviendo estos días de pandemia por COVID-19. «He echado mucho de menos a mis padres, mi madre es una persona de riesgo porque tuvo cáncer y esta última racha problemas de neumonía y a mi nieta. Imagínate nace el 1 de febrero y cuando empieza la cuarentena tiene un mes. En casa de mi hija por la niña pequeña, en casa de mi hijo por el embarazo y en casa de mis padres pero he sido una privilegiada comparada con otra gente», afirma.
Y es que Raquel está encantada con su papel de abuela aunque todavía no ha podido disfrutar mucho de la niña de su hija Alma que se ha revelado como una gran madre. «Alma, a pesar del disgusto que me llevé como madre cuando me enteré del embarazo, yo sabía que lo iba a llevar bien. Ella con Samuel, su hermano pequeño, era la típica hermana que le cambiaba pañales y ayudaba muchísimo a mi madre con el niño. Yo pensaba que como primeriza se iba a venir a casa pero no, se fue a su casa y perfecto. Me llama más para pedirme opinión por algo de ropa que ve para Jimena que para algo importante», cuenta la orgullosa abuela que, a sus 44 años, se siento joven y tiene claro que quiere que la llamen abuela.
Raquel está feliz con su nieta Jimena y con la niña que también esperan su hijo, Manuel Cortés, y su nuera. «Ellos lo han dicho aunque Manuel quería niño y el nombre no lo tienen todavía claro», nos dijo la colaboradora que se ha tatuado la ‘J’ de Jimena en el antebrazo y piensa tatuarse la inicial de la pequeña que está en camino. En el vídeo que encontrarás en la parte superior de este artículo, la colaboradora nos habla de sus hijos y del apoyo incondicional que ha recibido de parte de sus padres. Además, Raquel, que nos desvela a qué se ha aficionado en la cuarentena, nos cuenta si siguen en pie sus planes de boda y nos desvela detalles de su look nupcial y de la ceremonia. ¡Dale al play!
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