La noticia se conocía el martes 10 por la tarde: la Casa Real anunciaba en la agenda oficial la cancelación de la asistencia de los Reyes al concierto ‘In Memoriam’, en homenaje a las víctimas del terrorismo. El concierto, previsto para las 19:30 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, finalmente se celebró a puerta cerrada a cargo de la Orquesta Sinfónica y Coro RTVE y bajo la dirección de Pablo Heras-Casado. Unas horas antes, RTVE adelantaba en una nota de prensa que el concierto se celebraría sin público, “debido a la normativa sobre el coronavirus aprobada por el Gobierno”.
Era el primer acto que se cancelaba en la agenda oficial de Casa Real. Y a este se ha unido el viaje a Logroño, planificado para el jueves 12, donde se conocería el ganador del Premio Fundación Princesa de Girona 2020, en la categoría de las Artes y las Letras. No ha sido así con el viaje a París.
Los Reyes llegaron a la capital gala el miércoles 11 por la mañana y fueron recibidos por Emmanuel Macron y Brigitte Macron, en el Palacio del Elíseo. Curioso e inusual fue el saludo que se dispensaron. Cuando lo vi, me pareció del todo lógico y quedó muy natural. Ambos jefes de Estado y sus esposas siguieron las recomendaciones de los expertos en salud pública. Ni besos ni contacto.
Abrió Brigitte el saludo lanzando un beso al aire a Letizia, que ella respondió con un gesto de agradecimiento con la mano. Continuó Macron, que practicó un saludo al estilo námaste, muy extendido en numerosas culturas orientales, juntando ligeramente las manos e inclinando la cabeza hacia adelante, gesto que el Rey también correspondió con gratitud. Me pareció una cálida bienvenida sin contacto y con las precauciones impuestas por todas las autoridades sanitarias internacionales.
Don Felipe y doña Letizia asistieron al almuerzo ofrecido por el presidente de la República Francesa y su mujer con motivo del Día Europeo de Víctimas del Terrorismo. Para el acto, doña Letizia confió en un look austero y discreto, a base de un sencillo traje pantalón azul marino, que combinó con el collar de perlas rusas. El collar, de las joyas de pasar, fue un regalo de Alfonso XII a su mujer, María de las Mercedes. También lo han lucido Doña Sofía y Victoria Eugenia. Curioso look creó la Reina al combinar una joya clásica y atemporal como las perlas rusas con un sastre monocolor sobrio y moderno (tendencia total, por cierto).
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