Por qué Demi Moore y su hija Tallulah estuvieron tres años sin hablarse

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Después de más de una década casados y un civillizado divorcio, Demi Moore y Bruce Willis presumen de relación idílica. Literalmente. Hace unas semanas, le mostraron al mundo cómo estaban pasando la cuarentena cuando su hija Tallulah publicó en su cuenta de Instagram una foto en la que la familia al completo, sus padres y sus dos hermanas, Rummer y Scout (e incluso su pareja, Dillon Buss) y sus perros, posaban con un pijama de rayas verde y blanco; un estilismo perfecto para pasar los días en casa.

Pero la buena sintonía entre todos no siempre fue una realidad. Aprovechando la celebración del Día de la Madre, Tallulah Willis quiso recordar aquellos años en los que su relación con Moore era inexistente. "Les envío todo el amor y toda la fuerza a todas esas madres, aunque estén cansadas, sean madrastras o hayan perdido algo precioso. Se lo envío a todas aquellas que tengan dificultades para celebrar un día que les recuerda a alguna pérdida", empezó la joven.

"No me hablé con mi madre durante casi tres años y durante ese terrible etapa, ese día me pasaba de estar completamente rota a convertirme en polvo. Me recuerdo llorando mientras iba conduciendo al trabajo después de escuchar un anuncio de radio que recomendaba alegremente un ‘perfume que a mamá le encantaría’. Me tomé la celebración del día como un desaire personal que no tenía en cuenta ni MI dolor ni MI historia", continuó la hija de Moore.

"Sin embargo, mi historia cambió. Después de una metamorfosis personal que provocó una autorreflexión y la posibilidad de perdonar, esos tres años no se alargaron para siempre", añadió. "Me deleito en todo lo que eres @demimoore y todo lo que continúas enseñándome. Soy testigo de lo que este día significa para ti, y de dónde vienes. Cada rincón de ti es digno y dorado. Te amo", acabó Willis.

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Channeling love and strength to every mother to be, tired mamas, step moms, and mamas who’ve lost something precious. I’m sending it to anyone who struggles to celebrate a day when it reminds them of a loss. I didn’t talk to my mom for almost 3 years and during that shattered time this day would transport me from fragmented pieces to absolute dust. I remember tearing up driving to work upon hearing a radio ad that cheerily recommend which ‘perfume Mom would absolutely adore’. I digested the entire celebratory nature of the day as an insensitive slight to MY pain and MY story. However, my story changed. Through a metamorphosis of inward self reflection and a malleability to forgive, 3 years did not stretch to forever. The gratitude of that truth has never lost its potency. I am magnetically transfixed by my mother, if you know me personally you know the magnitude of her presence in my life. I often wonder what kind of connection could be formed were I to meet the 26 year old Demi. I think we’d have a lot of laughter. The kind where you are silent and doubled over and gasping for a sliver of air. The here and now is a day that started with a running hug to my maternal deity and a sloppy cheek kiss. I revel in all that you are @demimoore and all that you continue to teach me. I witness what this day means for you, and where you came from. Every nook and cranny of you is worthy and gilded. I love you eternally your baby, tallulah belle

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Pero, ¿qué ocurrió entre madre e hija para que pasasen todo ese tiempo sin comunicarse? Ella misma se lo contó a Jada Pinkett Smith durante su programa de Facebook, Red Table Talk. "Creo que mi madre tomó la decisión de reprimir ciertas cosas, como revelarnos su pasado y creo que eso siempre me hizo sentirme muy alejada de ella. Y siempre me ha hecho sentir que no la conocía demasiado bien. Sabía que tenía una carrera, que había conocido a mi padre, que creció en Nuevo México pero nada más".

Paradójicamente, Tallulah entendió mejor a su madre después de leer su biografía, Inside Out."Creo que la convertimos en una diosa. Pensaba que era más importante que la propia vida, y lo era, quiero decir, sigo completamente obsesionada con ella. La quiero más que a nada".

Aun así, las relaciones de este tipo (detalladas en películas como Sonata de otoño o Tacones lejanos), en donde la madre se convierte en un ser muy poco terrenal para su hija, que se siente poco digna, casi siempre pasan factura. En el caso de Willis, comenzó a beber alcohol a los 14 años y un año después sufrió un coma etílico. Por suerte, de todo el drama se puede sacar algo bueno, y cuando decidió ir a terapia, la familia se unió más que nunca. Y ahora solo hay que verlas.

"Demi se siente mal por esos años en que los que no estaba bien", reveló una fuente a People. "Y ahora está tratando de compensarlo. Sus hijas son increíbles. Demi está involucrada en su vida cotidiana. Y la apoyan mucho. Les encanta que haya escrito un libro de memorias", zanjó este testigo.

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