Polémica por la acusación de ‘Sálvame’ a tres toreros de estar, presuntamente, implicados con las peleas de gallos

Ayer, después de un par de días cebando la información por parte de Kiko Hernández, ‘Sálvame’ mostraba esas imágenes que llevaba prometiendo desde el lunes. Unas imágenes en las que se puede ver a Juan José Padilla, Morante de la Puebla y Alberto López Simón, figuras relevantes del mundo del toro, en una pelea de gallos. Una práctica ilegal que tiene castigos asociados en el Código Penal.

Esas imágenes mostradas corresponderían a una pelea celebrada en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda el pasado mes de junio, con España aún en estado de alarma, y se les puede ver sin las mascarillas puestas ni guardando las distancias de seguridad pertinentes. Una falta doble, por tanto.

Si bien es cierto que las riñas de gallos (donde el animal no sufre lesiones) están permitidas en Andalucía, no lo están las peleas. Y dentro de este trabajo de investigación del programa, se pusieron en contacto con un agente de policía experto en esta práctica ilegal para corroborar que era pelea y no riña. También se llamó al ayuntamiento de la mencionada localidad, que negó estar al tanto de que la misma fuese a celebrarse.

Una vez analizados los hechos, ‘Sálvame’ emitía las declaraciones de Ana Pietro, sargento de Seprona, que era clara en cuanto a las sanciones a las que se podrían enfrentar: «Todo el tema del maltrato animal y sobre todo en espectáculos no autorizados está recogido en el artículo 337 del código penal y se enfrentarían a penas de cárcel de hasta dos años y una inhabilitación de no poder realizar actividades con animales domésticos de hasta cuatro años».

Hernández explicaba que el programa ha dado todo este material a las autoridades policiales y que se ha iniciado una investigación para esclarecer si se cumplieron las normas o Padilla, Morante y Simón y se han metido en un lío… del que se han defendido. Porque no tardaban en manifestarse para dar su versión de lo sucedido.

Ellos se defienden

El primero de ellos, Padilla. «Yo soy aficionado y eso no quiere decir que esté relacionado con el negocio. Lo mío es amor por la cultura, por el toro, el flamenco… pero no voy a entrar en ningún detalle en cuanto a nada porque no es algo que yo haga público», explicaba en conversación telefónica con el mismo espacio de Telecinco.

Yo soy aficionado y eso no quiere decir que esté relacionado con el negocio»

padilla

«El mundo del toro siempre ha estado unido a grandes culturas y estas son mis pasiones y me parecen sacadas de contexto. Si hubiera algo… Ahí está mi familia para poder expresar también el modelo de vida que llevo con ella y mis valores», continuaba antes de pronunciar unas palabras con las que manifestaba un cierto resquemor por cómo se trata a su profesión y a quienes la practican: «Estamos tan atacados con el mundo del toro, que a los toreros nos metéis en todos los sacos«.

También se pudo escuchar al apoderado de López Simón: «Él ni siquiera es aficionado a los gallos, en absoluto. No está relacionado ni con los gallos ni con nada de eso, está totalmente desvinculado. En el mundo del toro, en el mundo rural y de pueblo es lógico que haya aficionados. Además, las peleas de gallos aquí en Sanlúcar están permitidas. Ese no sabe ni las plumas que tienen los gallos».

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