Mila Ximénez había abordado con gran entereza todas las conversaciones sobre su cáncer de pulmón. Hasta ayer, La colaboradora de ‘Sálvame’ regresaba al programa (aunque es cierto que el pasado sábado ya se reincorporó al ‘Deluxe’) y se ponía cara a cara con uno de sus mejores amigos, Jorge Javier Vázquez. Fue mientras detallaba sus conversaciones con la oncóloga cuando se deshizo y terminó hecha un mar de lágrimas (su conmovedora conversación con Paz Padilla).
Mila se había realizado una importante prueba esa misma mañana, y era sobre ella sobre la que hablaba este martes: un TAC que arrojaría si los resultados eran más o menos esperanzadores. «Podría haber tres escenarios: que el cáncer se hiciera más pequeño, más grande, o se quedara como está», comenzaba Ximénez la explicación, para que la audiencia estuviera contextualizada.
«Me ha dicho la oncóloga que tiene buenas noticias, que el cáncer está ahí, pero quieto. El del pulmón está un poquito más pequeñito, tenía una parte del bronquio pillado, y se ha soltado. Todo está bien y las analíticas son excelentes», continuaba antes de pronunciar una frase contudente tras la que no era capaz de evitar la emoción: «Voy a vivir toda la vida con él y la cosa es que esté dormido».
He estado dos semanas muy mal, porque entré en una depresión muy gorda»
«He estado dos semanas muy mal, porque entré en una depresión muy gorda, os he llamado y lo sabéis. Me pregunto por qué me pasa a mí ahora esto, no creo que tenga un mal final porque no me lo merezco. Lo estoy luchando y estoy haciendo los tratamientos con energía», reconocía Mila, antes de terminar con una reflexión profunda: «Cuando tienes algo así te das cuenta de que haces de un mundo una chorrada. Me he dado cuenta que las pequeñas cosas y estar sano es lo importante. Yo voy a ser una persona enferma siempre».
Fuente: Leer Artículo Completo