El escándalo que tiene acorralado al príncipe Andrés, parece haber salpicado a otro miembro de la monarquía europea, aunque no de la británica. El los últimos días, el nombre de Mette-Marit de Noruega también se ha asociado al de Jeffrey Epstein, el pederasta que se ahorcó en su celda cuando estaba a la espera de juicio por, presuntamente, haber abusado de una menor.

Era el diario noruego ‘VG’ el que el ayer hacía saltar la noticia de unas reuniones que Mette-Marit habría mantenido con Epstein entre los años 2011 y 2013 en Oslo y en diferentes puntos de Estados Unidos, tiempo después de que a este se le hubiese condenado por esos abusos y hubiese cumplido pena de cárcel (recordemos que el caso tiene su origen en 2008).

Antes de que la bola se hiciera más grande, Mette-Marit quiso responder de inmediato: «Nunca habría tenido nada que ver con Epstein si hubiera sido consciente de la gravedad de sus actos criminales. Debería haber investigado el pasado de Epstein y lamento no haberlo hecho».

Esta nuevo cabo dentro de la historia llegaba horas después de que se pudiera escuchar el testimonio de Virginia Roberts, presunta víctima de Andrés, en un documental emitido por la BBC y que revuelve aún más el ambiente en la casa real británica, que este fin de semana, por si fuera poco, tenía que achicar los rumores de la muerte (falsa) de la reina Isabel II.

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