Todo el mundo toma decisiones en su vida que, pasado el tiempo, siente que no fueron las más acertadas. Aunque poca gente lo lamentará tanto como Matt Damon cada vez que se acuerda del día que rechazó protagonizar Avatar bajo las órdenes de James Cameron. Un papel que, en caso de haberlo aceptado, le habría convertido en el actor mejor pagado de la historia, tal y como él mismo acaba de desvelar en una entrevista con la edición estadounidense de GQ.
“Cuando James Cameron me lo ofreció me dijo que en realidad no necesitaba a nadie famoso. Que si yo no aceptaba el papel, encontraría a algún actor desconocido para protagonizar la película porque la historia no necesitaba estrellas”, explica Damon.
“Pero también me dijo que si accedía a trabajar con él me pagaría el diez por ciento de la recaudación en taquilla”, continúa. Es decir: 250 millones de dólares, que por algo estamos hablando de la que fue la cinta más taquillera hasta que hace unos meses Los Vengadores: Endgame se alzó con el título.
Al menos a Damon le queda el consuelo de haber sido fiel a sus principios, ya que de haber aceptado este papel habría puesto en peligro la franquicia en la que estaba trabajando en ese momento, la saga Bourne, a la que debía cierta lealtad.
“Soy consciente de que dejé sobre la mesa más dinero del que cualquier actor ha ganado nunca. Pero sabía que de haber rodado la película habría causado problemas a Paul Greengrass, director de El ultimátum de Bourne, y al resto de gente que estaba trabajando en la saga. Simplemente no podía hacer eso”, confiesa.
“Sé que después de decirle no a James Cameron es posible que perdiera la oportunidad de volver a trabajar algún día con él. Eso es algo que me da mucha pena. Pero tampoco puedo quejarme, tengo dinero suficiente para que mis hijos puedan comer”, concluye.
Por cierto, Cameron cumplió su promesa y al final contrató de protagonista a Sam Worthington, al que veremos repetir su papel de Jake Sully en las tres secuelas que actualmente están rodándose e Nueva Zelanda.
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