A veces, hay que ser cauto y esperar el tiempo que sea necesario para dar una noticia. Aunque te mueras de ganas de hacerlo. En el caso de Malú y su embarazo, estamos ante un claro ejemplo de ello. Porque si bien nunca ha sido dada a airear su vida privada, ¿a quién no le alegra gritar al mundo que está albergando una vida?
La cantante ha confirmado hoy, usando su cuenta de Instagram, que efectivamente va a ser madre primeriza al lado de Albert Rivera. Que todos los que se zambulleron en esa especie de Cluedo al que nos invitaron a jugar hace unas semanas y que apostaron por la llegada de un nuevo bebé al mundo, estaban en lo cierto.
Pero, ¿cómo empezó todo? A finales del pasado mes de septiembre, a Albert, por entonces aún líder de Ciudadanos, veía como le ‘hackeaban’ el móvil. Si bien es cierto que los mensajes de su WhatsApp (la ‘app’ a la que accedieron los ciberladrones) jamás vieron la luz, por los mentideros comenzó a circular la información de que, en ellos, se dejaba clara su próxima paternidad.
Era el momento de poner los ojos en ella. En su tripa. Cualquier pequeño detalle era válido para intentar confirmar que, efectivamente, había embarazo. Una tarea muy complicada si tenemos en cuenta que Malú no es de esas ‘celebrities’ que cuelgan en sus redes sociales cada paso que da. Sin embargo, el pasado 12 de octubre, había un hilo del que tirar.
No fue ella, sino una cuenta que se encarga de mantener al día de su actualidad musical, quien colgó una imagen de la artista. Irati Morales, cantante, expresaba su ilusión por haber colaborado con Malú, lo colgaba en Instagram y los fans hacían el resto. Y los medios nos fijábamos en la holgura de la camiseta de Malú y en el extraño que hacía a la altura de la tripa.
El 22 de octubre, era la propia protagonista quien mostraba un mensaje que desataba, de nuevo, los comentarios. «Maquinado… preparando cosas… me muero por daros cosas nuevas», eran las palabras que llevaban, de manera irremediable, a la pregunta de: «¿qué cosas?».
Unas semanas más tarde, Albert se batía a sus contrincantes políticos en el debate de campaña antes de las Elecciones Generales. Durante el mismo, habló de prole en plural y se abrió, de nuevo, el cajón de la especulación. «Dicen que los españoles no podemos, pero yo creo que sí que se puede. Es lo que me enseñaron mis padres y es lo que le quiero enseñar a mis hijos» (aquí, la información ampliada), fueran las palabras que desconcertaron a los que ya habían desechado la tesis del embarazo.
El desenlace electoral ya lo conocemos. Como esa rueda de prensa en la que Albert anunciaba su retirada de la vida pública para dedicarse a su familia. La misma que, ahora, aumentará. Y para la que tendrá más tiempo. El que ella le ha brindado durante este ‘sprint’ final en el que ha sufrido un tropieza al llegar a meta que le ha llevado al abandono.
Los dos despistes
Sin embargo, también debemos decir que, a lo largo de todo este camino en el que muchos apostaron por el embarazo de Malú, ha habido dos puntos con los que han jugado al despiste, llevando a hacernos creer que todo era fruto de nuestra imaginación. ¿A qué nos referimos?
En primer lugar, a esas fotos publicadas por la revista ‘Hoy Corazón’ el pasado 8 de noviembre. En las mismas, la veíamos paseando junto a su madre y fumando. El hecho de que no hubiese dejado el tabaco, hacía pensar que podría no estar en periodo de gestación. Puede que tan solo se estuviera despidiendo de ese vicio…
En segundo, las declaraciones de la madre de Rivera a ‘Look’ desmintiendo que fuese a ser abuela. Esta sostenía que no había tenido noticias de ellos dándoles esa alegría, y que si no se lo habían dicho a la presunta futura abuela, ¿en qué cabeza cabía que fuese verdad? Nosotras tenemos otra pregunta: ¿no se lo habían dicho de verdad o está postulándose para el Goya?
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