- El mundo del arte pierde a uno de sus grandes referentes de la música
- Bob Dylan fue el que le abrió los ojos sobre cuál era su verdadera vocación
- El amor por el arte y la belleza era lo que movía el mundo de Luis Eduardo Aute
Este sábado el mundo del arte se vestía de luto para despedir de una manera virtual, -debido a las circunstancias propiciadas por la crisis sanitaria-, a una de las leyendas de la música: Luis Eduardo Aute. El artista fallecía este 4 de marzo a los 76 años de edad en un hospital madrileño, según confirmaba a TVE el representante del artista. Sus últimos años de vida no fueron en un hospital, pasó el final de su vida al lado de su familia, que se mantuvo cuidando con amor de él hasta el último suspiro. Y que seguramente, cuando pase toda la tormenta se despidan de él con un gran homenaje, más allá de los que han inundado estas 24 horas las redes sociales.
El polifacético artista de origen filipino se encontraba retirado de la vida pública desde que en 2016 cuando sufrió un infarto. Poeta, pintor, escultor y director de cine, destacó sobre todo como cantautor, con la publicación de 25 discos de estudio y temas como «Al alba», «Rosas en el mar» o «La belleza».
Luis Eduardo Aute nació en Manila en 1943, hijo de un español emigrado y de una filipina. Tras pasar su infancia en el país asiático, su familia volvió a España a mediados de los años 50, donde se instaló en la capital. El cantautor comenzó desde muy pequeño a mostrar interés por el arte, especialmente por la pintura, pero también por la música y el cine.
Aute comenzó estudiando la carrera de aparejador, sin éxito pues su vida siempre estuvo más encaminada hacia el arte. Fue a principio de los años 60, en un viaje a Brasil en el que desplegó su pasión por la pintura cuando se dio cuenta de que su verdadera vocación era la música y el culpable de este descubrimiento no fue otro que Bob Dylan, que lo encandiló con su melodía.
Finalmente a finales de los años 60, se hizo famoso por ser uno de los referentes de la canción de autor en España. El amor por el arte y por la belleza era lo que movía el mundo de este artista que conquistó los corazones de grandes compañeros de profesión como Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez o Pablo Milanés pero también de los más jóvenes como Dani Martín, Amaral o Jorge Drexler.
En el siguiente vídeo repasamos la trayectoria con fotos en los escenarios, en su taller de pintura y en la feria del libro firmando libros.
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