«No tuve más remedio que parar porque te vuelves loca con ese ruido. Te destroza la cabeza». Lola Herrera explicaba así ayer en declaraciones a la agencia Efe por qué se marchó el pasado domingo del escenario del Teatro de las Esquinas de Zaragoza cuando llevaba tan solo media hora de representación de ‘Cinco horas con Mario’.

Lola, que lleva toda la vida dedicándose en cuerpo y alma a la interpretación, añadía en declaraciones concedidas a ‘El Heraldo de Aragón’: «Sonó insistentemente, muy insistentemente, un móvil que nadie apagaba. La señora se fue muy enfadada, por lo visto, porque sus vecinos de butaca se enfadaron con ella, pero no sé más».

«Es una cosa que se repite con demasiada frecuencia y que es una falta total de respeto al público que está viendo la obra y a los que estamos trabajando», terminaba de quejarse sobre un hecho que parece no poder erradicarse de los espectáculos, ni con las advertencias de los profesionales, que ven cómo su concentración se ve mermada por esta falta de sensibilidad.

Es una falta total de respeto al público que está viendo la obra y a los que estamos trabajando»

El propio teatro no tardaba en lanzar un mensaje en sus ‘stories’ de Instagram recordando la importancia de apagar los teléfonos cuando uno acude a una representación en directo. «No nos cansamos de repetirlo. En las normas del teatro, en nuestra web, en nuestro programa trimestral de mano, impreso en las entradas del teatro, en un ‘roll-up’ gigante en el acceso a nuestra sala y en un audio mensaje previo al arranque en todas nuestras obras», comienza leyéndose en esa imagen.

Y añaden: «¡Para un perfecto uso y disfrute de nuestro espacio, POR FAVOR, apaguen los teléfonos móviles. GRACIAS«. ¿Será suficiente para concienciar de que hay que saber comportarse en cada momento de la manera más adecuada?

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