Un 28 de septiembre de 1934 nacía en París Brigitte Anne-Marie Bardot, quien se convertiría en una de las actrices francesas más famosas de todos los tiempos y en un icono de estilo cuya influencia aún perdura. Criada en una familia acomodada del distrito 3 parisino, su primer contacto con las Artes fueron sus clases de ballet cuando apenas era una niña. Su habilidad con el baile marcaría esa manera de andar alegre y grácil de la que siempre hizo gala. Pero su talento interpretativo no tardó en dejarse notar: a los 18 años debutó en el cine, y se casó con el director de cine Roger Vadim.
Fue de su mano, en la película Y Dios creó a la mujer, como Brigitte alcanzó fama internacional. Sus éxitos en la gran pantalla y sus historias de amor con nombres famosos coparon los titulares de las décadas de los años 50 y 60. Era la actriz del momento, un auténtico sex-symbol y una mujer que marcaba la pauta en el mundo de la moda e inspiraba a millones de mujeres en todo el mundo. En caso de desgracia, La verdad, Vida privada y El desprecio fueron algunos de los títulos de su filmografía. En 1974, a la edad de 40 años recién cumplidos, Bardot anunciaba su retirada del mundo del cine, para dedicarse a la protección de los derechos de los animales.
Para entonces, su estilo ya era más que reconocible. En su honor se bautizó uno de los escotes más famosos de todos los tiempos, que dejaba los hombros al aire, el escote Bardot. Ella imprimía su particular sello a cualquier look: lucía con una gracia especial unos simples vaqueros con un jersey de lana, llevaba como nadie los vestidos mini sin necesidad de accesorios y ornamentos, y los trajes sastre o de chaqueta y falda le sentaban como un guante.
También las prendas de tweed, los trench y los abrigos de estampado de leopardo estaban entre sus favoritos. Fue una precursora de muchas de las tendencias que marcan el paso este otoño-invierno 2020-21 y nada mejor que tirar de hemeroteca para recordar cómo las llevaba todas ellas, y es que sus lecciones de estilo siguen vigentes seis décadas después.
Los trajes de chaqueta viven una nueva edad de oro y se han colado entre las opciones favoritas de las insiders. La actriz francesa apostaba por él para pasear por las calles de Roma a finales de los años 60 y tiraba del código estético masculino combinándolo con camisa blanca y corbata.
Miu Miu, Chanel o Balenciaga son algunas de las firmas que han subido a la pasarela estilismos propios de Verbier, Aspen o Courchevel. A comienzos de los 60 Brigitte fue fotografiada con este look que combina poncho con estampado alpino, pantalones de pana y botas de après-ski.
Los jeans eran parte del ‘uniforme’ de Brigitte Bardot para el día a día. El corte recto, uno de los básicos de este otoño, estaba entre sus predilectos, y los combinaba con botines y chaqueta recta. Un look que nunca falla.
El negro era uno de sus colores fetiche y el vestido más famoso en el mundo de la moda, uno de sus recursos básicos. No hay temporada que el LBD no se reinvente, y esta lo hace en versión mini y ajustado, como el que lucía Brigitte por las calles de Londres.
El tweed se ha convertido en uno de los tejidos favoritos para este otoño. Siempre elegante, Brigitte apostaba por él versión vestido, con pequeños flecos en el bajo y el cuello para llevarlo a su terreno.
El verano pasado firmas como Dolce & Gabbana, Versace, Dior, Moschino y Gucci subieron a la pasarela su propuesta de conjuntos de dos piezas estampados. Una tendencia que se ha asentado entre las que más saben de moda y que sigue estando entre las apuestas de este otoño. Bardot también estaba convencida de que estos conjuntos eran un acierto y los lucía en versión chaqueta con laza y falda en 1962.
No hay temporada de entretiempo en la que no haga aparición el trench. El favorito de Brigitte era el clásico beige con botones dorados.
Etro, Dolce & Gabbana y Dior han recuperado este otoño-invierno 2021-22 el estampado que sigue vigente temporada tras temporada. Brigitte lo llevaba así de estilosa tras salir de la Corte donde se tramitaba su divorcio de Roger Vadim. Toda una declaración de intenciones.
La comodidad sigue siendo una de las apuestas de la temporada y ningún tejido como el punto para protagonizarla. En vestidos largos, conjuntos de dos piezas o mullidos jerséis, el punto se adueña de las prendas más solicitadas para este otoño.
El estilo preppy y colegial firma su regreso triunfal esta temporada. Faldas cortas de cuadros, pichis, mocasines, y mucho tartán para rescatar estos looks que desprenden juventud y optimismo. Brigitte era una abandera de este estilo a mediados de los 60, combinando la inmortal falda de cuadros con jersey de canalé.
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