En poco más de medio año, han pasado de ser dos completos desconocidos a una de las parejas más seguidas de la televisión. Fani y Cristofer consiguieron superar la zozobra que les azotó durante su paso por ‘La isla de las tentaciones’, donde se dieron a conocer, y el próximo viernes tendrían que convertirse en marido y mujer.

Sin embargo, este lunes, era ella quien revelaba en ‘Sálvame’ que habían decidido retrasar la celebración por la cantidad de medidas que debían cumplirse para garantizar la seguridad de los invitados por la crisis sanitaria que todo lo inunda. Una desilusión que, ayer, cambiaba en directo en el mismo programa. Y por sorpresa hasta para ellos.

El programa organizó ayer una boda con Kiko Hernández, experimentado en este campo, como maestro de ceremonias. «Yo casaba todos los años a más de 200 parejas, he casado en total a casi 1000 parejas», introducía el colaborador de Telecinco lo que estaba a punto de suceder ante la audiencia de la cadena.

Ellos no se lo podían creer, pero en ‘Sálvame’ lo tenían todo dispuesto. Manuel Zamorano se encargó de poner a punto a Fani en un rato, colocándole un vestido firmado por el diseñador Petro Valverde, autor de aquel que lució la Infanta doña Elena en su enlace con Jaime de Marichalar. Y Alonso Caparrós se encargaba de llevarla hasta ese altar improvisado, junto a un Christofer que no podía contener ni la emoción ni las lágrimas.

El espacio le jugó semanas atrás a Fani una mala pasada al mostrar su vestido de novia, y ahora le generan sentimientos completamente opuestos al permitirle cumplir ese sueño de unirse en matrimonio a Christofer.

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