El séptimo discurso de Nochebuena de Felipe VI ya era el más difícil de su reinado antes incluso de pronunciar una sola palabra. La pandemia que ha golpeado al mundo, y las consecuencias en nuestro país, fueron el eje de un discurso en el que, al final, también hubo espacio para el problema que han supuesto la deriva del ausente rey emérito Juan Carlos para su reinado. Aún así, Felipe VI ofreció un discurso extenso, lleno de esperanza, y ánimo y en el que el rey recordó que España es "un país extraordinario", y que "no somos un pueblo que se rinda o se resigne a los malos tiempos".
Felipe VI no puso paños calientes: con sobriedad en la vestimenta, marcada por tonos azules, acompañado de un ejemplar de la Constitución y flanqueado por una foto de la princesa Leonor y él en el homenaje a las víctimas, arrancó analizando la situación de España: "Estamos viviendo unas circunstancias verdaderamente excecpionales debido a la pandemia". El rey tuvo un recuerdo a los fallecidos y a las familias separadas, "lleno de sentimientos muy profundos". También mandó ánimo y afecto a todos en "un año muy duro y difícil", lleno de "tristeza, sufrimiento y temor". La precariedad, el paro, las dificultades económicas y la destrucción del tejido empresarial marcaron los primeros compases del discurso del monarca, que quiso elevar el ánimo de los españoles con "esperanza".
Felipe de Borbón recordó las anteriores crisis que ha atravesado España y se mostró animado en que el país superará la situación "como ha hecho en otras ocasiones". La pandemia y su crisis asociada "no van a doblegarnos". Además, dedicó palabras de homenaje a los sanitarios en un corte –el discurso estaba editado, sin dejar ni un detalle al azar– frente a la foto de la princesa de Asturias y él junto a la llama que recuerda el impacto que ha supuesto la pandemia en España.
El rey Felipe hizo referencia al "coraje y el nervio de nuestro país", a todos los elementos que "nos deben de unir", y que presenció "junto a la reina Letizia" en sus actos de 2020 –una agenda centrada en acompañar a trabajadores de emergencia, sanitarios,"servidores públicos", víctimas y al propio pueblo español, en su gira tras el confinamiento–. Para el rey, la pandemia también ha mostrado "nuestras fortalezas como Estado avanzado", especialmente en nuestra colaboración con Europa, muy señalada. Felipe dedicó un tramo del discurso a insistir en la necesidad de "adaptar" nuestro país al "proyecto común" europeo, y agradecer la colaboración de la Unión a la hora de afrontar la pandemia.
Felipe apeló también a la vigencia de nuestra Constitución, especialmente como fuente de "nuestros derechos y libertades". Felipe VI recordó que todos tenemos "el deber" de respetar esa Constitución (con un ejemplar también presente físicamente en su discurso). Inesperadamente, su defensa de la Constitución se convirtió también en la fuente de la esperada censura a las conductas de su padre, el rey emérito Juan Carlos. Los principios constitucionales "no pierden nunca vigencia por el paso de los años. Y junto a nuestros principios democráticos y el cumplimiento de las leyes necesitamos también preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad".
Felipe recordó su discurso original, al que volvió a aludir por "el espíritu de renovación" que ha impuesto a su reinado, cuando recordó que, en 2014, durante su proclamación, "me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".
Felipe recordó, por tanto, que el espíritu de la Transición y de la Constitución, "un pacto entre todos", está detrás incluso de la propia esencia de la monarquía. Y a partir de ahí puso su labor como monarca al servicio de los españoles, a los que pidió y ofreció "esfuerzo, unión y solidaridad". "Como rey yo estaré con todos y para todos, no sólo porque es mi deber y mi convicción, sino también porque es mi compromiso con todos y con España". Concluyó deseando lo mejor para 2021, de parte de "La reina, la princesa de Asturias, la infanta Sofía y yo".
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