Poco después de Navidad, la revista ‘Hoy Corazón’ hablaba de un distanciamiento entre Lara Álvarez y Andrés Velencoso, la que durante unos meses fue la pareja más guapa de España. Sin ninguna duda. Pero el amor no echó raíces entre ellos y la presentadora va a poner rumbo a Honduras para ponerse al frente, un año más, de las conexiones de ‘Supervivientes’ desde allí.
Ayer tuvo lugar ese acto ante los medios antes de hacer las maletas y cruzar el océano para dejar todo listo de cara al pistoletazo de salida del ‘reality’. Obviamente, la asturiana fue preguntada por esa relación fallida. Y también como era de esperar, porque siempre ha sido así, ella contestó, pero de manera inconcreta. Sin detallar ni mencionar. Lo que se llama ser elegante con el otro. Y de eso, Lara va sobrada.
«Creo que soy una persona que tengo las cosas claras, sé quién soy, sé lo que quiero, sé lo que no quiero y directamente no titubeo ni pierdo el tiempo ni hago perder el tiempo al de enfrente«, comenzaba Álvarez, que ya hacía entrever que no iba a dar un titular polémico ni que levantase la más mínima polvareda.
«Tengo 33 años, que parece que se me está acabando el tiempo y me voy a quedar para vestir santos. Mira, no, yo lo que hago es, sobre todo, trabajar mucho en mí, en mejorar y en esa introspección para saber qué es lo que necesito, qué es lo que quiero y qué es lo que no me gusta. Gracias a Dios tengo una vida repleta de cosas que me completan y las voy fomentando cada día: mi familia, mis amigos, mi trabajo», continuaba Álvarez.
De mi boca nunca sale nada y leerlo como protagonista es doloroso»
Ahí no quedaba la cosa, porque también tenía un recadito para los medios: «Al final, de mi boca nunca sale nada y leerlo como protagonista es doloroso, porque hago la vida que hace cualquier persona de mi edad, con la diferencia de que lo mío se hace público y luego tienes que enfrentarte a titulares del tipo: ‘¿Qué le pasará?’, ‘qué mala suerte tiene con los hombres’. ¿Mala suerte? Yo tengo la fortuna de que ha pasado gente maravillosa por mi vida, pero nadie dijo que fuera fácil encontrar una persona afín».
Álvarez lanzaba una serie de preguntas que invitan a la reflexión: «¿Qué mensaje estamos mandando entonces a una chavala joven que está con alguien y no siente afinidad con esa persona? ¿Que tiene que continuar con ella el resto de su vida? ¿O que, como es lo que toca, tiene que conformarse con algo que no le hace feliz?».
«Ojalá la gente tenga la seguridad y la determinación de decir: esto me hace feliz, esto no me hace feliz. Esto lo quiero en mi vida, esto no lo quiero en mi vida. Yo de la mía no hablo nunca y he leído y escuchado barbaridades y quien calla no otorga. Esa parcela de mi vida intento cuidarla y protegerla. El día que me case lo vais a ver. Estoy fenomenal ahora», concluía sobre este asunto.
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