Han pasado 20 años desde que Belén Esteban ya no aguantara más y cogiera a su hija, Andrea Janeiro, en brazos y se marchara de Ambiciones, la casa de su familia paterna. Dos décadas en las que se ha hablado de malos rollos, de la poca relación que la joven tiene con ellos y hasta se ha especulado con el motivo que llevó a la hoy colaboradora de ‘Sálvame’ a irse sin mirar atrás.
Ahora, es la revista ‘Lecturas’ quien destapa qué es lo que pasó realmente dentro de la famosa finca. Fue un insulto lo que hizo que Belén estallara ante los continuos desaires de la familia del torero, sin que este diera la cara por su mujer. La gota que colmó el vaso fue una palabra que le dirigió su cuñada y que provocó que todo terminara volando por los aires.
«Puta». Esa fue la palabra pronunciado por Carmen Janeiro y la que, ante la pasividad de Jesulín, desembocó en esa huida de Belén con su hija en brazos. Las desavenencias ya venían de lejos, pero la de Paracuellos no consintió ni el insulto ni la desprotección que sintió a manos del que era su marido.
Belén ya confesó hace tiempo que se la llamó puta, y que por eso se marchó, pero lo que se desvela ahora es la responsable detrás de la palabra. Y hace que cobre sentido el hecho de que, en los compases iniciales de la separación de la Esteban y el diestro, lanzara dardos más que contundentes contra la que fuera su cuñada.
«Jesulina dice que es modelo. Me río. ¿Modelo de qué? ¡Ah, sí! Ha hecho algún desfile del centro comercial. ¡Qué más quisiera el gato que lamer el plato! Yo no me he operado de nada», llegó a decir en una ocasión antes de, como es más que evidente, acabar sucumbiendo ella también a los retoques estéticos.
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